Si bien este fenómeno comenzó a registrarse en el primer trimestre de este año, no se ha detenido, pese a que el desplome de la actividad industrial, que sigue en contracción, parece haber tocado su piso en marzo-abril.
La siderúrgica Acindar, controlada por la multinacional ArcelorMittal y que entre marzo y abril ya había paralizado parte de su producción debido a una caída en la demanda, decidió volver a parar su actividad entre el 24 de junio y el 15 de julio.
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Según confirmaron a EFE fuentes la compañía, las paradas afectan a las plantas de Acindar en Villa Constitución (en la central provincia de Santa Fe) y Villa Mercedes (en la central provincia de San Luis).
“En cuanto a suspensiones de personal, se firmó un acuerdo con el gremio que habilita a llevar a cabo suspensiones. Es una herramienta macro hasta fin de año. Las suspensiones se evalúan en cada caso y, de hacerse, se dan en turnos rotativos”, indicaron las fuentes.
La caída en la demanda de productos siderúrgicos tiene conexión directa con la retracción en las actividades de sectores como la construcción, la industria automotriz y la producción de electrodomésticos, en un contexto de desplome del consumo masivo por la pérdida de poder adquisitivo de los hogares ante la elevada inflación y el ajuste económico emprendido por el Gobierno de Javier Milei.
Este lunes, Ferrum, uno de los fabricantes de productos para espacios de baños más importantes de Argentina, anunció su decisión de hacer una parada parcial por un mes de su producción de mobiliario sanitario en su planta de la localidad bonaerense de Villa Rosa “teniendo en consideración el nivel acumulado de inventario de producto terminado”.
Según cálculos de la consultora Orlando Ferreres & Asociados, la producción industrial de Argentina se contrajo 9,8 % interanual en mayo y acumuló en los primeros cinco meses del año una caída del 9,2 %.
El derrumbe del sector manufacturero se refleja en el uso de su capacidad instalada, que se ubicó en un nivel del 56,6 % en abril pasado, según los últimos datos oficiales disponibles.
“Si bien la actividad podría estar cerca de un piso, el sector industrial enfrenta dificultades por la baja demanda, así como aumentos de costos. Será importante que, en la medida que haya una recuperación del mercado interno, la misma no sea canalizada únicamente en mayores importaciones, sino que traccione una recuperación de la producción local y el empleo”, advirtió la Unión Industrial Argentina, la mayor entidad empresarial del país, en su último informe sectorial.