“No podemos continuar perpetuando la ficción de que Cuba y Venezuela siguen siendo miembros de esta organización”, afirmó el embajador de Antigua y Barbuda, Ronald Michael Sanders, al intervenir en la primera jornada de sesiones de la 52 Asamblea General del organismo interamericano que se celebra en la ciudad paraguaya de Luque.
El diplomático argumentó que esta situación “ha llevado a un sistema de votación distorsionado”, en el que se calcula el voto de la mayoría sobre la base de 34 miembros, reconocimiento el retiro de Nicaragua, cuando en realidad son “solamente 32″.
“Es decir, que ese es un mito”, alertó el diplomático, quien advirtió que esto afecta “la mayoría de votos de dos tercios que se requiere para las decisiones” y “socava” la capacidad de ese órgano de “actuar de manera realista”.
“Y esto tiene que terminar”, zanjó el representante caribeño, que además alertó sobre la deuda de algunos miembros con la organización y consideró que “una organización que no tiene los recursos financieros “no es el legado” que quieran dejar al futuro secretario general, en alusión a la elección en abril próximo del sucesor del actual titular de la OEA, Luis Almagro.
La OEA considera a Cuba parte de la organización, después de que en 2009 se aprobara una resolución que dejó sin efecto la exclusión de la isla, vigente desde 1962. Sin embargo, La Habana ha señalado que “no tiene ningún interés en regresar”.
Venezuela, que no ha contado con delegados en las dos últimas ediciones de la Asamblea General, permanece en un limbo luego del cese del considerado Gobierno interino encabezado por el opositor Juan Guaidó.
El líder opositor revocó en marzo de 2019 la denuncia a la Carta de la OEA que había presentado en abril de 2017 el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.