"Los líderes acordaron mantener la estrecha coordinación de las acciones en el ámbito antiterrorrista", indicó el Kremlin en un comunicado.
Según la Presidencia rusa, durante la conversación el mandatario turco "condenó decididamente la incursión criminal de los terroristas en Daguestán, expresó su solidaridad con el pueblo ruso, sus sinceras condolencias con los familiares de los muertos y deseos de un pronto restablecimiento a todos los heridos".
Además, ambos jefes de Estado coordinaron sus próximas reuniones, incluyendo la prevista en el marco de la Cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái que se celebrará en Astaná los días 3 y 4 de julio.
El pasado domingo en la república norcaucásica de Daguestán tuvieron lugar ataques terroristas en la histórica ciudad de Derbent, considerada la más antigua de Rusia, y Majachkalá, la capital regional, ambas a orillas del Caspio.
Primero, los asaltantes atacaron la Iglesia de la Intercesión de Derbent, donde murió un sacerdote de 66 años, y después la sinagoga de Kele-Numaz, que fue consumida por el fuego, tras lo que se enzarzaron en tiroteos con la policía.
Al mismo tiempo, los terroristas atacaron la Catedral de la Ascensión en Majachkalá, donde se atrincheraron unas veinte personas que bloquearon las puertas, y una sinagoga que se encontraba en las inmediaciones.
Además, también atacaron varios puestos policiales, tanto en esas dos ciudades como en la localidad de Sergokal. Las autoridades sanitarias estiman en casi medio centenar los heridos, en su mayoría policías.
Según el Comité Instrucción de Rusia, cinco de los atacantes fueron abatidos por las fuerzas de seguridad.
El jefe de la república, Serguéi Mélikov, declaró tres días de duelo, de lunes a miércoles, en todo el territorio de Daguestán, república vecina de Chechenia.