Ambas delegaciones anunciaron que, a partir del martes y hasta el próximo sábado, tienen previsto desarrollar "los temas específicos de la agenda de diálogo de paz, definir los protocolos de la negociación y anunciar las primeras decisiones sobre medidas" para "contribuir a avanzar en el desescalamiento del conflicto".
En una declaración conjunta, expresaron su compromiso con la "búsqueda de un acuerdo de paz para Colombia", e invitaron al país andino a "hacer suyo y participar de este proceso de manera constructiva".
A su juicio, "el éxito de la paz y los diálogos que se inician exigen una férrea cohesión de las partes en la ruta de la salida política y su voluntad de abstenerse de acciones que socaven la confianza mutua", por lo que se comprometieron a "acordar, prioritariamente, las medidas necesarias para garantizar la vida y seguridad de quienes participan en el proceso y de las comunidades en general".
Además, hicieron un llamado a "mantener la confianza de todo el país y de la comunidad internacional en los diálogos de paz".
El diálogo, que contará con Venezuela, Cuba y Noruega como países garantes, y con el acompañamiento de la ONU y de la Conferencia Episcopal de Colombia, se retoma después de que se aprobara la 'ley de paz total' en la nación andina, que pretende permitir la renegociación a quienes se salieron del acuerdo.
Por parte del Gobierno colombiano, los diálogos los va a dirigir el exmagistrado del Consejo Nacional Electoral Armando Novoa, quien participó en la Constituyente de 1991, y por la guerrilla, 'Walter Mendoza', un histórico jefe de las FARC que participó en la creación de las columnas móviles de esa guerrilla.
La Segunda Marquetalia, que toma el nombre del lugar donde nacieron las FARC en 1964, fue creada en 2019 cuando 'Iván Márquez' y otro de los negociadores del acuerdo, 'Jesús Santrich' (que murió en 2021 en un fuego cruzado en Venezuela) volvieron a la clandestinidad.
Es el grupo al que el Gobierno le ha dado status político más pequeño y se estima que tienen entre 1.800 y 2.000 hombres, de los cuales solo entre 1.200 y 1.300 son guerrilleros, el resto son colaboradores.
La intención de la Segunda Marquetalia no es atacar directamente al Estado, como otros grupos, sino conseguir el control territorial, para lo cual mantienen el conflicto abierto con la otra disidencia de las FARC, el Estado Mayor Central (EMC), según el Comité Internacional de la Cruz Roja.