"Zhakambáyev A.M. se dirigió voluntariamente a la policía de Kazajistán el 21 de junio, donde fue interrogado. Ese mismo día fue detenido bajo sospecha de cometer este delito", indicó la Fiscalía en un comunicado publicado en su página web.
La entidad, que incoó una causa penal a petición del presidente kazajo, Kasim Yomart-Tokáyev, tras el atentado ocurrido el pasado 18 de junio en la capital ucraniana, señaló que los agentes del orden de Ucrania establecieron la identidad de los atacantes, a quienes identificaron como "Zhakambáyev y Karatáyev".
"Se llevan a cabo actividades operativas de búsqueda para establecer la ubicación de Karatáyev M.", añadió la Fiscalía, al indicar que "no se ofrecen más informaciones en interés de la investigación".
Sadíkov, de 56 años y refugiado en Ucrania junto a su mujer desde 2014, fue tiroteado este martes cerca de su domicilio en Kiev.
La Fiscalía ucraniana señaló que el atacante disparó contra el automóvil en que viajaba con su mujer.
El opositor kazajo, declarado en busca y captura por las autoridades kazajas en otoño de 2023 por cargos de incitación al odio, fue ingresado tras el ataque en un hospital de Kiev en estado grave.
Tras conocerse del atentado, Tokáyev ordenó a los ministerios de Exteriores e Interior de Kazajistán contactar con las autoridades ucranianas para ofrecer ayuda para esclarecer los hechos.
El mandatario alegó que pese a que el periodista es buscado por la justicia kazaja, como ciudadano de Kazajistán tiene derecho a la protección del Estado, en el que "deben primar la ley y el orden".
"Todas las desavenencias en nuestra sociedad deben resolverse exclusivamente dentro del marco legal", indicó.
Sadíkov y su mujer llevan un canal de YouTube desde el que critican a las autoridades y a la oligarquía de su país y apoyaron las multitudinarias protestas que sacudieron la nación centroasiática a principios de 2022.
Las manifestaciones comenzaron el 2 de enero en protesta por la duplicación del precio del gas licuado, pero devinieron rápidamente en disturbios y fueron reprimidas por las fuerzas kazajas en una operación "antiterrorista".
En aquella ocasión Tokáyev, quien pidió ayuda militar a la alianza militar postsoviética liderada por Rusia, alertó que el Estado llevaría a cabo una firme política de intolerancia hacia cualquier manifestación radical, extremista o acciones vandálicas.