"Haremos todo lo posible para aliviar el sufrimiento del pueblo sudanés y alcanzar sus aspiraciones de paz y estabilidad", dijo el líder paramilitar en un vídeocomunicado compartido en las redes sociales de las FAR para felicitar a la ciudadanía con motivo del Eid al Adha, la fiesta musulmana del sacrificio.
Durante su intervención, el líder paramilitar reafirmó el compromiso de las FAR con la paz y recordó la participación de una delegación de su grupo en las negociaciones del pasado año en la ciudad saudí de Yeda y en la capital bairení de Manama para lograr un alto el fuego en Sudán, si bien acusó al Ejército de retirarse del diálogo siguiendo el mandato de "líderes del movimiento terrorista islámico".
También reiteró su "bienvenida a iniciativas regionales que quieran alcanzar la paz y restablecer la transición democrática en Sudán" y se mostró preparado "para viajar a cualquier parte del mundo en nombre de la paz que una al pueblo sudanés", aunque también pidió cautela a "la intervención e interferencia que se extiende más allá de las fronteras de Sudán".
"Nosotros no hemos iniciado la guerra y no tenemos ningún interés en continuarla. Por eso, nuestras manos siempre están abiertas para la paz", afirmó el líder de las FAR, que a mediados de abril del pasado año se rebelaron contra el Ejército de Sudán tras meses de desavenencias por el proceso de integración de este grupo en las Fuerzas Armadas regulares.
Asimismo, acusó de nuevo al Ejército de haberse alineado con "remanentes del movimiento islámico" y socios tribales que son "los enemigos del cambio, la democratización y la paz", que atentan contra el país y sus ciudadanos y tratan de dividirlos apelando al tribalismo, las etnias y religiones.
"Estamos en el lado correcto de la historia", dijo Hemedti, quien destacó el esfuerzo de "los mártires que dieron su vida por la libertad, paz, justicia e igualdad en la guerra instigada por movimientos islámicos apoyados por el Ejército", al tiempo que remarcó su interés por facilitar el acceso de ayuda humanitaria en coordinación con organizaciones humanitarias.
La guerra en Sudán estalló el 15 de abril 2023 por las tensiones sobre la reforma del Ejército y la integración de los paramilitares en la institución castrense, en medio un proceso político para encauzar de nuevo al país en la senda democrática tras la asonada de 2021.
Desde entonces, el conflicto se ha saldado al menos con 30.000 muertos, según el Sindicato de Médicos sudanés, y ha provocado el desplazamiento interno y externo de más de 10 millones de personas.