“Este enemigo monstruoso no pretende detenerse aquí. Junto al resto del malvado eje del mal de Irán, seguirá intentando destruirnos”, afirmó en el vídeo, “por lo que no hay alternativa a la victoria”.
Bajo esta premisa, Netanyahu reivindicó una vez más lograr los “objetivos de guerra” de Israel frente al alto el fuego: destruir las capacidades militares y gubernamentales de Hamás, rescatar a los rehenes, asegurar que Gaza no es una amenaza para el país y que los residentes evacuados puedan volver a sus casas, tanto en el norte, junto a la frontera con el Líbano, como en el sur.
"Nos esperan muchos más retos", auguró el líder israelí de cara a la guerra que el país libra "en varios frentes, incluyendo el internacional".
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Actualmente, Israel no sólo combate en Gaza, donde han muerto 307 soldados israelíes -más de 620, contando el 7 de octubre- y 37.296 gazatíes, sino también en la frontera con el Líbano, donde los militares mantienen un intercambio de fuego constante y cada vez más intenso con la milicia chií y proiraní Hizbulá que hace temer la escalada a una guerra abierta.
"Luchamos para asegurar nuestra existencia y nuestro futuro, luchamos para traer de vuelta a nuestros rehenes", sostuvo el político.
Miles de israelíes se manifestaron esta tarde a lo largo del país, con especial afluencia en Tel Aviv -donde concentraciones de este tipo se dan cada sábado- para protestar contra el Gobierno de Netanyahu y reclamarle un acuerdo de alto el fuego que permita el retorno de los rehenes, ya que aún quedan 116 en la Franja y 40, según el Ejército, estarían muertos.
Andrey Kozlov, uno de los cuatro rehenes rescatados con vida el pasado sábado en la operación en Nuseirat en la que murieron 274 gazatíes, publicó un vídeo en el que llamaba a asistir a la habitual protesta en la Plaza de los Rehenes de Tel Aviv este sábado y reclamaba al primer ministro un alto el fuego.
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"Por los rehenes que siguen en Gaza hay una decisión, sólo una: es el acuerdo entre Israel y Hamás", demandó el joven de 27 años.
Hasta hoy, las negociaciones entre ambos lados siempre se han topado con el mismo escollo: el final de la guerra, condición indispensable para la organización islamista de cara a devolver a los rehenes, mientras que Israel sostiene que no detendrá su ofensiva hasta acabar con esta.
El Ejército israelí vivió este sábado su jornada más mortífera en Gaza desde enero, con 8 soldados muertos en una gran explosión cuando se encontraban en un vehículo blindado en Rafah (en el sur de la Franja) que reivindicaron las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás.
Fue el día con más muertos entre las tropas israelíes en Gaza desde el pasado 22 de enero, cuando el derrumbe de dos edificios acabó con la vida de 21 soldados en la Franja.