“Profundizar aún más nuestras relaciones económicas y comerciales no sólo beneficiará a los pueblos de ambas partes, sino que también garantizará la seguridad de las cadenas de suministro” , aseveró el mandatario antes de una reunión con el exviceconsejero de Seguridad Nacional de EE.UU. Matt Pottinger (2019-2021) en Taipéi.
En esta línea, Lai pidió resolver “lo antes posible” la cuestión de la doble imposición, así como avanzar en las negociaciones enmarcadas en la “Iniciativa Comercial EE.UU.-Taiwán sobre Comercio en el siglo XXI” , en marcha desde 2022.
Bajo esta iniciativa, la isla y el país norteamericano firmaron el año pasado la primera parte de un acuerdo parcial de comercio, el cual ha sido descrito por Taipéi como el pacto comercial más amplio entre ambas partes desde que Washington estableciera lazos diplomáticos con Pekín en 1979.
Nvidia
Para el presidente isleño, estas negociaciones podrían derivar en la firma de un “acuerdo comercial bilateral” entre Estados Unidos y Taiwán, una isla que desempeña un papel fundamental en las cadenas de suministro de las principales empresas tecnológicas estadounidenses, como Apple o Nvidia.
Pottinger, por su parte, destacó la necesidad de que Taiwán y Estados Unidos se coordinen a la hora de “mantener la seguridad” de la isla, una cuestión que está “estrechamente ligada” a la seguridad de Estados Unidos, Japón, Corea del Sur, Filipinas y de otros países de la región.
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“Una de las lecciones que aprendimos de la guerra de Ucrania es que el costo de la disuasión es mucho menor que el costo de la guerra”, afirmó el exviceconsejero de Seguridad Nacional.
Las visitas de representantes estadounidenses a Taiwán han sido constantes en los últimos dos años y se han mantenido incluso tras la crisis entre Pekín y Washington provocada por el viaje a Taipéi en agosto de 2022 de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, que enfureció a China.
Taiwán -donde se retiró el ejército nacionalista chino tras la derrota a manos de las tropas comunistas en la guerra civil- se ha gobernado de manera autónoma desde 1949, aunque China reclama la soberanía sobre la isla, a la que considera una provincia rebelde para cuya ‘reunificación’ no ha descartado el uso de la fuerza