Esta mañana entró a la bahía de La Habana a la vanguardia de la flotilla el buque petrolero “Pashin”, seguido por el remolcador de salvamento “Nikolai Chiker” decorado con las franjas blanca, azul y roja de la bandera rusa.
En una mañana gris por la niebla y la lluvia pertinaz de la noche anterior, el submarino nuclear “Kazan” apareció en el horizonte mostrando una parte de su joroba y la torreta sobre la superficie del mar, atrás la fragata “Almirante Gorshkov” se acercaban a la bahía que bordea a la capital cubana.
También un buque patrullero de la Armada Real de Canadá HMCS Margaret Broooke llegará mañana a la isla, en el contexto del 80 aniversario de relaciones diplomáticas entre Cuba y Canadá, informó la cancillería cubana.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (Minfar) indicó la semana pasada que los navíos rusos no portan armas nucleares y no representan una “amenaza para la región”.
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Reunión clave
La llegada de esta flota ocurre el mismo día que el canciller Bruno Rodríguez y su homólogo ruso Serguéi Lavrov se reunieron en Moscú, informó la cancillería cubana.
La visita de la fragata rusa “se acoge estrictamente a las regulaciones internacionales de las cuales Cuba es Estado parte” y responde a “las históricas relaciones de amistad” entre La Habana y Moscú, dijo el ejército cubano.
La visita de este destacamento naval se produce un mes después de que el presidente Miguel Díaz-Canel deseara éxito a Moscú en el conflicto con Ucrania, durante una visita a Rusia en la que acompañó al presidente Vladimir Putin durante el desfile conmemorativo de la victoria soviética frente a los nazis en 1945.
“Deseamos a Rusia éxito en la realización de la operación militar especial” , dijo Díaz-Canel, que condenó “la manipulación geopolítica” de Estados Unidos y “la amenaza de la OTAN de acercarse a las fronteras” rusas, citado por la agencia rusa de noticias TASS.