La decisión judicial se produce tres meses después de la solicitud de liquidación presentada por China Construction Bank (Asia), incluso pese a que Dexin aprobó el año pasado un plan de reestructuración que no fue capaz de aplicar, indica Bloomberg.
En los últimos dos años, otras firmas del sector como la mencionada Evergrande, Jiayuan International, Sinic Holdings o la subsidiaria internacional de Yango han recibido también órdenes de liquidación por parte de la Justicia hongkonesa, que tiene pendientes casos similares contra destacados nombres como Country Garden -mayor promotora del país entre 2017 y 2022- o Shimao.
Esto abrió largos e inciertos procesos sobre las posibilidades reales para los acreedores debido a la duda de si esos fallos serán reconocidos en la China continental, donde firmas como Evergrande tienen la mayoría de sus activos, ya que el sistema judicial de la antigua colonia británica está separado del chino en virtud de su estatuto de semiautonomía.
Dexin, con sede en la provincia oriental de Zhejiang y especializada en promociones de viviendas y edificios comerciales en el área del delta del río Yangtsé, registraba un pasivo equivalente a unos 8.880 millones de dólares a finales de 2023, y entró en impago en diciembre de 2022 al no afrontar el pago de un bono valorado en 350 millones de dólares.
Las acciones de la promotora caían un 6,59 % antes de que la firma suspendiese su cotización hacia las 11:35 hora local (03:35 GMT). Su valor bursátil se ha desplomado más de un 97 % desde su pico máximo, alcanzado poco después de su salida a bolsa en 2019.
La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda, entre las que destacaba Evergrande, con un pasivo de casi 330.000 millones de dólares.
Ante la coyuntura, el Gobierno ha anunciado diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, a las que se marcó como prioridad la finalización de los proyectos vendidos sobre plano, asunto que preocupa a Pekín por sus implicaciones para la estabilidad social, ya que la vivienda es uno de los principales vehículos de inversión de las familias chinas.
No obstante, el mercado no está respondiendo: las ventas comerciales medidas por área de suelo se desplomaron un 24,3 % en 2022 y otro 8,5 % en 2023.