El joven, que escaló parte del edificio sin un arnés y equipado solo con una camiseta del capitán de la selección de fútbol de Argentina, Lionel Messi, ya había intentado trepar por la fachada del rascacielos el pasado viernes, según confirmaron a EFE fuentes policiales.
En ese momento, el fiscal encargado del caso consideró que el intento de "escalada" no fue constitutivo de delito y lo dejó libre, ahora, el hombre de 35 años deberá pagar el costo del complejo operativo que se debió desplegar en el centro de la capital porteña, remarcaron las fuentes consultadas.
Banot es un aficionado a la escalada libre de grandes estructuras, video-aficionado y a tomar mate, según se define él mismo en sus redes sociales, que son seguidas por medio millón de personas.
El 'influencer' se hizo conocido en su país tras participar en la edición polaca del programa televisivo 'Ninja Warrior', un programa donde los competidores se enfrentan en una carrera de obstáculos catalogada como la "más difícil del mundo".
Por otra parte, este 'alpinista urbano' ya había escalado otras estructuras como la Torre Eiffel, en París, o un gran complejo de antenas de radio en las inmediaciones de la antigua central nuclear Vladímir Ilich Lenin de Chernobyl, en Ucrania.
En Buenos Aires, los servicios de emergencia iniciaron un dispositivo de rescate alrededor de las 13:50 hora local (16:50 GMT) e involucró a varios agentes especializados que debieron colgarse de las paredes de la edificación para intentar impedir que Banot prosiguiera con su ascenso.
Voceros policiales indicaron que fue necesaria la participación de un traductor polaco para que la persona colabore con los agentes de rescate, por lo cual debieron trasladarlo al edificio, donde funcionan sedes de varias empresas e instituciones como el 'unicornio' tecnológico argentino Globant.
Los equipos de emergencia debieron descender diez pisos desde la azotea del inmueble para inmovilizar al 'influencer', para luego ingresarlo por un hueco abierto en la fachada, ya que el edificio está cubierto en su totalidad por una estructura metálica de mosaicos, imposibilitando acceder por un punto más cercano.
Alrededor del rascacielos, la prensa local, curiosos y varios trabajadores no pudieron ingresar a las oficinas empresariales hasta que Banot fuera detenido. Tras vivir momentos de tensión, los que grababan el suceso no pudieron evitar desatar su júbilo entre aplausos y felicitaciones a los rescatistas.