Con este resultado, el producto interior bruto (PIB) del país se expandió a un ritmo del 2,5 % en los últimos doce meses concluidos en marzo, según los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
En relación con el primer trimestre de 2023, el PIB creció un 2,5 % entre enero y marzo de este año.
Además, la economía brasileña consiguió revertir la caída del último trimestre de 2023, cuando bajó un 0,1 %, de acuerdo con los datos revisados del Gobierno.
El resultado trimestral se vio impulsado principalmente por el sector agropecuario, que avanzó un 11,3 %, y los servicios, con un alza del 1,4 %, aupados por el comercio minorista.
Mientras, la industria brasileña registró un leve variación negativa del 0,1 %.
En el apartado de la demanda, el PIB basó su crecimiento entre enero y marzo en el consumo doméstico (+1,5 %) y la formación bruta de capital fijo (+4,1 %), con el gasto público estable (0,0 %) frente a los tres meses inmediatamente anteriores.
En el sector exterior, las exportaciones y las importaciones subieron un 0,2 % y un 6,5 %, respectivamente, en la misma comparación.
Para este año, el Gobierno espera un salto del 2,5 % del PIB, un porcentaje superior al previsto por el Banco Central (1,9 %), el mercado financiero (2,0 %) y el Fondo Monetario Internacional (2,2 %),
De confirmarse ese resultado, la mayor economía latinoamericana sufrirá una nueva desaceleración en 2024, tras haberse expandido un 4,9 % en 2021, un 3,0 % en 2022 y un 2,9 % en 2023.
El presidente brasileño, el progresista Luiz Inácio Lula da Silva, ha asegurado, sin embargo, que el rendimiento de la economía sorprenderá "una vez más" a todos los analistas y crecerá por encima de lo registrado el año pasado.