El Ejército de Israel informó de que los ocho proyectiles se dispararon desde Rafah, en el extremo sur de Gaza, donde las fuerzas armadas mantienen desde el 6 de mayo una ofensiva que ha llevado a la evacuación de casi un millón de personas hacia otros puntos del territorio palestino.
“Los cohetes disparados desde Rafah hoy prueban que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) deben operar en cada lugar desde el que opera Hamás, las FDI continuarán actuando donde sea necesario”, declaró el miembro del Gabinete de guerra Benny Gantz en una visita a las comunidades fronterizas con Gaza en defensa de la polémica ofensiva.
El ataque desde el enclave sureño llega en una jornada en la que al menos seis civiles murieron -incluidos niños- a causa de los bombardeos contra una casa. También el campamento de refugiados de Ybina, de esta urbe, fue objetivo del fuego israelí lo que dejó más bajas entre los civiles palestinos.
Las tropas hebreas señalan que durante la pasada noche atacaron “dos lanzacohetes” localizados en la zona de Rafah que apuntaban hacia Kerem Shalom y que mataron a milicianos que abrieron fuego contra ellos.
Los combates continúan en Rafah con la orden que emitió el viernes la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para la detención “inmediata” de la ofensiva israelí como telón de fondo, y tras la que el Ejército intensificó sus ataques.
Este domingo, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, visitó Rafah y reivindicó la ofensiva ante los militares: “Nuestros objetivos en Gaza se enfatizan aquí en Rafah: destruir a Hamás, devolver a los rehenes y mantener la libertad de actuación”.
Hamás exige un cese el fuego permanente
En sus declaraciones, Gallant aseguró que estaban haciendo “enormes esfuerzos” para recuperar a los rehenes, y que estos se daban tanto a través de “actividades cinéticas como llegando a acuerdos”, en referencia a las negociaciones con Hamás que Israel confirmó el sábado que retomaría, después de que estuvieran paralizadas desde el 10 de mayo.
Hoy han sido enterrados en Israel, dos de los tres rehenes cuyos cuerpos Israel recuperó el viernes en Yabalia: el israelí Hanan Yablonka en Tel Aviv, y el brasileño-israelí Michel Nisenbaum en la zona de Ashkelón, mientras que el cuerpo del mexicano-francés Orion Hernandez, ha sido repatriado.
El funeral de Yablonka se convirtió hoy en una gran marcha de protesta para reclamar al gobierno de Benjamín Netanyahu un inminente acuerdo con Hamás que permita la devolución del menos del centenar de rehenes que se cree siguen cautivos en el enclave, junto a los cadáveres de otros cuarenta.
El portavoz de las Brigadas al Qasam -ala militar de Hamás-, Abu Obeida, anunció esta madrugada que sus milicianos habían capturado en un túnel de Yabalia a varios soldados israelíes que supuestamente estaban buscando a rehenes, aunque no precisó cuántos ni si estaban vivos o muertos, y sin aportar ninguna prueba clara.
El Ejército lo desmintió con un escueto comunicado en la red social X, asegurando que "no hay ningún tipo de incidente" de esta índole.
En lo que respecta a las negociaciones, Izzat Al Risheq, miembro del buró político de Hamás, declaró que la organización aún no ha recibido ninguna propuesta de los mediadores.
Al Risheq insistió en una de las demandas habituales de la organización islamista: "Un cese completo y permanente de la agresión en toda la Franja de Gaza, no sólo en Rafah" como "base y punto de partida para cualquier cosa".
Ayuda humanitaria limitada
Al menos 125 camiones con ayuda entraron este domingo desde Egipto a la Franja de Gaza a través del paso de Kerem Shalom, controlado por Israel, incluido combustible.
El otro cruce sureño de Rafah, fronterizo con Egipto, todavía permanece cerrado veinte días después de la llegada de los tanques israelíes.
En los 233 días el número de muertos en Gaza asciende a 35.984 y a 80.643 el de heridos. El 71 % de las víctimas son mujeres y niños, según datos del Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por Hamás.
En las últimas 24 horas han muerto por la ofensiva israelí 81 personas y otras 223 resultaron heridas. A todos estos datos se suma que unos 10.000 cuerpos continúan bajo los escombros sin que las ambulancias ni los equipos de rescate puedan acceder a ellos, según fuentes palestinas.