El primer ministro de Papúa se enfrenta a una crisis de gobierno en medio de catástrofe

Sídney (Australia), 27 may (EFE).- El primer ministro de Papúa Nueva Guinea, James Marape, se enfrenta esta semana a una crisis de gobierno que podría acarrear su salida del poder, mientras el país afronta una complicada misión de emergencia por una avalancha que sepultó una remota población con al menos 670 muertos.

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Durante el fin de semana, al menos 18 legisladores vinculados al partido de Marape, incluyendo cinco ministros, abandonaron las filas de la plataforma y se unieron a la oposición al argumentar desavenencias con las políticas gubernamentales.

Esta crisis en el Ejecutivo, podría derivar en una moción de confianza que se celebraría esta semana y que pone en riesgo la permanencia de Marape, blanco de críticas desde hace meses por diversos asuntos.

Por su parte, el primer ministro papuano aseguró este domingo en un comunicado que "no renunciará a su cargo" y que cuenta con el apoyo de más de la mitad de los 118 miembros del Parlamento, entre los legisladores que aún permanecen en su partido y otras plataformas afines.

La crisis política coincide con el impacto de la avalancha en la localidad de Kaokokam, situada en la convulsionada y remota provincia de Enga y que dista a 600 kilómetros de la capital del país, Port Moresby.

Este desastre, ocurrido la madrugada del viernes ha dejado unos 670 muertos, según las estimaciones de la ONU.

Papúa Nueva Guinea es una nación de difícil geografía en la que la mayoría de sus más de diez millones de habitantes vive en situación de pobreza a pesar de que tiene grandes recursos minerales e hidrocarburos y una larga historia de intrigas políticas, corrupción y conflictos.

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