Este sábado, el ejército de Israel bombardeo Rafah y otros sectores de la Franja de Gaza, a pesar de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le ordenó detener sus operaciones militares en esta ciudad.
Testigos en el lugar y periodistas de la AFP reportaron el ataque de las tropas israelíes contra esta ciudad en la frontera con Egipto y también contra Deir al-Balah, en el centro.
En respuesta a una petición de Sudáfrica, la máxima instancia judicial de la ONU ordenó a Israel detener su operación en Rafah y cualquier otra acción que provoque la “destrucción física, total o parcial” del pueblo palestino en Gaza.
La CIJ también exigió la apertura del paso fronterizo entre Egipto y Gaza en Rafah, puerta de entrada de ayuda humanitaria que Israel cerró a principios de mes al iniciar sus operaciones en la ciudad.
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El tribunal, cuyas decisiones son vinculantes, aunque no tenga medios para implementarlas, demandó, por otro lado, al movimiento islamista Hamás la liberación inmediata de todos los rehenes tomados en su ataque del 7 de octubre contra Israel.
Pero ninguno de los dos bandos parece haber atendido las demandas del tribunal.
“Israel no ha llevado ni llevará a cabo operaciones militares en la zona de Rafah que generen condiciones de vida que puedan causar la destrucción de la población civil palestina, total o parcialmente”, declaró el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, en un comunicado conjunto con el portavoz de la cancillería.
El movimiento palestino que gobierna Gaza desde 2007 celebró la decisión de la CIJ sobre Rafah, pero criticó que no la extienda al resto del enclave asolado por más de siete meses de guerra.
“Esperamos que la decisión del tribunal ponga presión sobre Israel para terminar esta guerra de exterminio, porque no queda nada aquí”, dijo la palestina desplazada Oum Mohammad Al Ashqa.
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