El hospital Samitivej precisó en un comunicado que 41 personas, incluido un español, siguen siendo tratadas por las lesiones provocadas por las “fuertes turbulencias” que sacudieron al avión de la compañía singapurense Singapore Airlines en pleno vuelo entre Londres y Singapur.
El hospital precisó que 22 de los heridos que aún están ingresados sufren lesiones en la médula espinal y 6 padecen fuertes contusiones en la cabeza, mientras que el resto tienen algún hueso o músculo roto o afectado.
En relación a los 20 que siguen en cuidados intensivos, el director del hospital, Adinun Kittiratanapaibool, señaló en una rueda de prensa que su vidas no corren peligro, recoge el canal público Thai PBS.
El avión, un Boeing 777-300 ER, sufrió las turbulencias cuando sobrevolaba Birmania (Myanmar), unas diez horas después de iniciar su trayecto y 2 horas y media antes de llegar a su destino, y pidió aterrizar de emergencia en Bangkok.
A raíz del incidente, un británico de 73 años falleció víctima de un ataque cardíaco y 104 personas tuvieron que ser atendidas en Tailandia por heridas de distinta gravedad, de los cuales más de la mitad ya han recibido el alta, según el recuento del hospital.
Aunque en la rueda de prensa celebrada hoy, Adinun no incluyó al herido español entre la lista de las personas todavía ingresadas, un comunicado posterior colgado en el perfil de Facebook del hospital mantiene que este ciudadano todavía no ha recibido el alta y situó la cifra total en 41 heridos.
El español herido, un hombre de 42 años, “se dio un golpe con el techo”, pues no llevaba el cinturón de seguridad en el momento de las repentinas turbulencias, y “no tiene ninguna fractura, es solo una contusión”, según dijeron a EFE fuentes cercanas al caso.
El avión transportaba a 211 pasajeros y 18 tripulantes -la mayoría australianos, británicos y singapurenses, y también dos españoles- de los cuales 131 pasajeros y 12 tripulantes viajaron el miércoles a Singapur en un vuelo fletado por Singapore Airlines.
Técnicos de las oficinas de seguridad del Transporte de Singapur, Tailandia y Estados Unidos, así como enviados por Boeing, -fabricante del aparato, participan en la investigación abierta por el suceso.