“Me acerqué a este filme en términos de temas y uno de ellos son los niveles de poder, las dinámicas del poder”, explicó Baker en una rueda de prensa para presentar su filme, con el que compite por la Palma de Oro de Cannes.
Una historia con mucho humor porque el realizador considera que "el humor es necesario en las historias humanas, es parte de nuestras vidas (...) no puedo soportar una historia que no tenga sentido del humor porque no es real".
Anora se centra en Annie (Madison), una bailarina erótica y escort ocasional que conoce a Iván (Mark Eydelshteyn), un joven ruso de 19 años, hijo de un oligarca, con el que se casa. Pero, como era de esperar, la familia del chico no está muy de acuerdo.
Mucho sexo, mucho humor, grandes escenas de peleas y una demoledora crítica contra las diferencias sociales cada vez más grandes y evidentes en todo el mundo y un alegato a favor de la libertad de los trabajadores sexuales.
"Creo que es importante reflejar lo que el sexo es hoy en esta sociedad capitalista. Es una carrera, es un trabajo y tiene que ser respetado, en mi opinión hay que descriminalizarlo y regularlo, depende de estas personas si quieren usar su cuerpo así", señaló Baker.
El realizador lo que busca es "contar historias que sean universales con las que cualquiera pueda identificarse a nivel emocional" y, en este caso, eliminar el estigma que rodea ese mundo del sexo.
Lo hace con una historia sobre los sueños y aspiraciones que cada persona tiene, independientemente de su nivel económico. "En Estados Unidos la clase media ha desaparecido, tenemos gente que no puede casi sobrevivir y luego billonarios, ¿cómo no vas a explorar eso?", se preguntó el realizador.
De ahí surgió Anora y escribió el papel protagonista pensando en Madison.
“Fue muy sorprendente que Sean quisiera grabar conmigo, es la primera vez que escriben un guion para mí”, dijo la actriz, conocida por su participación en Había una vez en Hollywood (2019) o en la serie Better Things.
La actriz estuvo en contacto con el director, hablando del personaje, durante el año que duró el proceso de escritura del guion.
"Pude crear un personaje completamente desde cero, desde el punto de vista físico, de actitud...tuve como un año e incluso cuando estaba trabajando en otros proyectos no paraba de pensar en este personaje", señaló la actriz.
Y a la hora de rodar no tuvo ningún problema con las escenas de sexo, que Baker calificó de "planos de amor y no de sexo", porque cada una de ellas era necesaria para la acción y con el rango de emociones adecuado. "Fue muy divertido rodarlas", dijo la actriz, que destacó la confianza lograda con el realizador.
Baker ya exploró la vida de un trabajador sexual en Red Rocket (2021) y está pensando un nuevo proyecto también sobre este mundo. “Es algo orgánico, no buscado”, aseguró Baker.
Junto a Madison, la otra base de la película es Eydelshteyn, un joven actor ruso que calificó la experiencia de "maravillosa".
"Yo no soy hijo de oligarcas y desafortunadamente no tengo un avión privado", dijo divertido, antes de añadir: "Sean supo ver el lado oscuro de mí mismo y lo abrió, es una energía interesante, tienes dinero, puedes hacer lo que quieras...gracias Sean".
Una película que se ha calificado de versión moderna de Cenicienta o de una nueva Mujer bonita, una película con la que el realizador creció “y probablemente tuvo alguna influencia en mí”, reconoció.
Aunque tiene una parte de caos y de realidad que le separa mucho de esos títulos. Y en esa veracidad, un elemento importante es el trabajo de Yura Borisov y Karren Karagulian y el armenio Vache Tovmasyan, tres secundarios absolutamente geniales.