"Por favor les pido que no se olviden de rezar por mí, pero rezad a favor, no contra", dijo el pontífice al concluir su intervención en los "Estados Generales de la Natalidad", en el que políticos y personalidades reflexionan durante dos días sobre la cuestión, muy candente en el país.
Al término de su discurso, en el que instó a decisiones "valientes" y "eficaces" por parte de los Gobiernos "a favor de la familia" para que aumente la natalidad, el papa pidió a los presentes, como es habitual, que rezaran por él, pero esta vez agregó que lo hicieran "a favor, no en contra".
Esto "lo digo porque una vez estaba terminando una audiencia y a 20 metros una anciana pequeña, ojos bellísimos, muy simpática, me dijo ven, ven. Me acerqué, señora como se llama, me dijo el nombre y cuantos años tenía, 87", explicó Francisco, que tiene 88.
El papa siguió explicando su conversación antes de añadir que al final le pidió que rezara por él.
"Me dijo que lo hacía todos los días. Y yo, por bromear, le dije, pero rece a favor y no en contra, y la viejita sonriendo me dijo: 'Esté atento Padre, en contra le rezan allí dentro'. Lista, eh?", bromeó Francisco entre las risas de los asistentes.