Al escuchar esta noticia, Trump, que está obligado a asistir a todo el proceso, puso las manos en el aire e hizo gestos a su abogado.
Trump, que está en medio de una campaña electoral por hacerse con las presidenciales republicanas de este año, se quejó de en muchas ocasiones que este juicio le aleja de los mitines y otros eventos electorales.
Este lunes el juicio se adentró en su tercera semana de testigos, a lo que hay que sumarle una semana anterior de selección del jurado.
El republicano enfrenta 34 cargos por delitos graves de falsificación de registros comerciales en primer grado para encubrir durante la campaña presidencial de 2016 una relación sexual extramatrimonial con la actriz porno Stormy Daniels.
Los fiscales muestran al jurado recibos y facturas
Esta jornada se subió al estrado el exejecutivo de la Organización Trump, Jeffrey McConney, quien testificó sobre diversas facturas que, según los fiscales, eran parte de un esfuerzo por ocultar un posible testimonio de Daniels sobre su aventura con Trump durante los últimos días de la campaña de 2016.
Con una voz ronca, McConney dijo que en 2017, su jefe, Allen Weisselberg, le dijo que Cohen necesitaba algo de dinero, y parte de este dinero, según los fiscales, fue por haber comprado el silencio de la actriz por 130.000 dólares (120.700 euros).
Asimismo, dijo que la mayor parte del dinero para pagarle a Cohen provino de la cuenta bancaria personal de Trump, quien para entonces era el presidente de los Estados Unidos.
No es la primera vez que McConney se sube al estrado, ya testificó (y hasta lloró) en 2023, en el juicio por fraude civil de Trump.
El actual candidato republicano a las elecciones presidenciales de este año siguió atento las declaraciones de McConney.
No obstante, después de la pausa de la comida, cuando le tocó declarar a Deborah Tarasoff -que lleva trabajando 24 años en el departamento de contabilidad de la Organización Trump- el magnate se respaldó en su silla, se mostró menos alerta y hasta cerró sus ojos en varias ocasiones.
Tarasoff supuestamente ayudó a organizar el reembolso de Michael Cohen por el pago del silencio de Stormy Daniels.
10.000 dólares de multa y amenaza de encarcelamiento
Trump volvió a ser declarado culpable de desacato por saltarse su 'orden mordaza', que le prohíbe cargar públicamente contra testigos, fiscales y miembros del jurado y fue condenado apagar 1.000 dólares de multa, que se suman a los 9.000 dólares de multa que recibió la semana pasada.
"Lo último que quiero hacer es meterle en la cárcel", dijo el juez Juan Manuel Merchán al expresidente y candidato republicano a las elecciones presidenciales de este año y agregó: "Pero al final del día tengo un trabajo que hacer".
No obstante, al terminarse la sesión del lunes, Trump habló brevemente ante la prensa para indicar que esta orden va contra su derecho a la libertad de expresión.
"Nuestra Constitución es mucho más importante que la cárcel. Ni siquiera está cerca. Sería capaz de hacer ese sacrificio cualquier día", anotó el mandatario, quien estuvo acompañado por su hijo Eric Trump.