Según el último parte del Estado Mayor de Kiev, Rusia sufrió durante la pasada jornada en toda la línea de contacto más de 1.300 bajas, una cifra sustancialmente más alta que las comunicadas en días anteriores. Kiev también dice haber destruido en ese período de tiempo 37 sistemas de artillería rusos.
Un día antes, el jefe del Ejército ucraniano, Oleksandr Sirski, había reconocido “éxitos tácticos rusos en algunas zonas” del frente.
La “situación más complicada” para Ucrania se da en las zonas de Pokrovsk y Kurajiv, al noroeste y al suroeste respectivamente de Avdivka, que fue ocupada por Rusia el pasado mes de febrero. Las tropas ucranianas en esta zona han retrasado su línea defensiva ante los constantes ataques rusos.
“Para preservar la vida y la integridad física de nuestros combatientes, unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania han sido desplegadas en nuevas líneas al oeste de Berichiv, Semenivka y Novomijailivka”, dijo Sirski, que agregó que sus tropas están infligiendo un gran número de bajas y pérdidas materiales en las fuerzas rusas.
El general ucraniano también destacó la intensidad de los combates en la zona de Chasiv Yar, una localidad situada más de una decena de kilómetros al oeste de la ocupada Bajmut, que es, según Kiev, un objetivo prioritario ruso.
Chasiv Yar se asienta sobre un alto que da ventaja sobre quien lo controla. La toma de Chasiv Yar también daría acceso a Rusia a una de las autopistas más importantes de la región, lo que facilitaría sus esfuerzos por tomar feudos ucranianos de Donetsk como Kostiantinivka, Kramatorsk o Sloviansk.
Ucrania espera que la llegada del nuevo paquete de ayuda aprobado por EE.UU. tras meses de bloqueo en la asistencia de Washington a Kiev le permita reducir su desventaja en munición para artillería respecto a Rusia y estabilizar la situación en el frente.