Bruselas adoptó hoy la decisión al comprobar que Shein cumple el requisito de tener más de 45 millones de usuarios mensuales en la Unión Europea.
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Deberá cumplir el reglamento a partir de finales de agosto de este año, según la Comisión Europea.
La empresa tendrá que comprobar que en su página web no se vendan productos falsos, dañinos o que incumplan la protección de derechos de autor.
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Para ello tendrá que modificar, si es necesario, el funcionamiento de sus algoritmos que recomiendan contenido a los clientes, más allá de eliminar las prendas si detecta que son ilegales.
Bruselas pone el foco en la protección de los menores
Para localizar cuáles pueden serlo, también tendrá que facilitar a los usuarios un mecanismo para que puedan advertir a la empresa en caso de que encuentren la existencia de tales productos.
Entre las medidas que tendrá que cumplir, también está la de prestar especial atención a la protección de los menores y la de no mostrar publicidad personalizada con base en la recogida de datos sensibles como la raza, la orientación sexual o las ideas políticas.
Para demostrar que está cumpliendo con estos requisitos de mitigación de riesgos, Shein tendrá que entregar un informe a la Comisión Europea el próximo mes de agosto y, posteriormente, de forma anual.
Además, tendrá que permitir que las autoridades nacionales tengan acceso al diseño de sus algoritmos, un permiso que también deberá conceder a investigadores externos.
En caso de no cumplir estas obligaciones, la ley de servicios digitales prevé multas de hasta un 6 % de la facturación mundial anual de cada empresa.
“Compartimos la ambición de la Comisión de garantizar que los consumidores de la UE puedan comprar en línea con tranquilidad”, dijo el director Global de Asuntos Públicos de SHEIN, Leonard Lin, en un comunicado.