Fuerte conmoción generó en Brasil la muerte de Joca, un golden retriever que fue enviado por error en un vuelo equivocado por la aerolínea Gol. El lamentable hecho, que se produjo el pasado 24 de abril, desató una ola de indignación y tristeza en el país, movilizando incluso al propio presidente , Luiz Inácio Lula da Silva , quien exigió a la empresa “rendir cuentas” por lo sucedido.
“Creo que Gol tiene que rendir cuentas y que la Anac (Agencia Nacional de Aviación Civil) debe fiscalizar eso... No podemos permitir que siga ocurriendo en Brasil”, declaró durante un acto el mandatario, quien llevaba una corbata con dibujos de perros en “protesta” por la muerte ocurrida el lunes.
Un viaje fatal
Joca, de 5 años, debía viajar de São Paulo a Sinop junto a su dueño, João Fantazzini. Sin embargo, por un error de la aerolínea, el perro terminó abordando un vuelo con destino a Fortaleza, un trayecto de casi 8 horas, considerablemente más largo que el planeado.
Tras llegar a Fortaleza, Joca permaneció encerrado en su jaula en la pista de aterrizaje durante más de una hora, expuesto a temperaturas de 36 grados, sin agua ni comida. Finalmente, fue reembarcado en un vuelo de regreso a São Paulo, pero falleció al llegar al aeropuerto, presumiblemente por las condiciones extremas a las que fue sometido.
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Un dolor irreparable
Fantazzini, devastado por la pérdida de su fiel compañero, denunció a la aerolínea por negligencia y calificó lo ocurrido como un “asesinato”.
La Anac informó que ha abierto una investigación en la que Gol tendrá tres días para prestar declaración, y aclaró que las empresas aéreas son “responsables” por el transporte de las mascotas “desde el embarque hasta el recibimiento de los animales”.
Gol, a su vez, dijo lamentar “profundamente” la muerte del perro, un golden retriever llamado Joca, y anunció que suspendía por un mes el transporte de mascotas para investigar el suceso, que atribuyó a un “fallo operacional”.
Según Gol, Joca recibió atención en Fortaleza antes de volver a embarcar para São Paulo pero este murió al llegar al aeropuerto donde lo esperaba su dueño, quien ha hecho responsable a la aerolínea del “asesinato”.