El procedimiento de inhumación, realizado en un cementerio de la ciudad amazónica de Belém, permite que cualquiera de los cadáveres pueda ser exhumado y sepultado en otro lugar “en caso de que sea del interés de las familias”, señaló la Policía Federal en un comunicado.
En la ceremonia laica participaron representantes de Acnur, la agencia de la ONU para los refugiados, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), así como de las fuerzas de seguridad brasileñas.
Aunque ninguna de las víctimas ha sido identificada, se cree que proceden de Mali y de Mauritania, país desde donde supuestamente salió la embarcación con destino a las islas Canarias antes de perder el rumbo y continuar a la deriva durante 4.800 kilómetros.
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“La Policía Federal mantiene contacto permanente, vía la Interpol, con entidades internacionales, mientras que la pericia es realizada en el Instituto Nacional de Criminalística”, afirmó la institución.
Sepultan en Brasil los cadáveres de nueve africanos que fueron vistos en la costa del estado de Pará
La embarcación, hecha de fibra de vidrio y con cerca de 13 metros de eslora, fue avistada por primera vez hace casi dos semanas por unos pescadores en la costa del estado de Pará, al norte de Brasil.
En ella, además de los cadáveres en avanzado estado de descomposición, los agentes encontraron 25 chubasqueros, por lo que la Policía sospecha que la barcaza transportaba por lo menos el mismo número de pasajeros y que todos murieron por la falta de agua y comida.
Los migrantes desaparecidos al intentar alcanzar por mar las islas Canarias desde el continente africano han aumentado un 20 % en lo que va del año, según un reciente informe de la OIM.