El cuarto diálogo sobre este asunto -de especial importancia para Cuba por el cúmulo de sanciones estadounidenses que pesan sobre la isla- dará continuidad al celebrado en marzo de 2021, en aquella ocasión en formato virtual.
La partes conversarán "sobre los efectos de la imposición de medidas coercitivas unilaterales como medio de ejercer presión política y económica contra los Estados", según el Minrex.
La parte cubana actualizará a la UE sobre "el recrudecimiento del criminal bloqueo impuesto por los Estados Unidos" y sobre los efectos de "la arbitraria e injustificada inclusión de Cuba en la unilateral Lista de Estados supuestamente patrocinadores del terrorismo, elaborada por el Departamento de Estado".
Los países de la UE votaron en repetidas ocasiones en Naciones Unidas a favor de la resolución que presenta anualmente La Habana en la Asamblea General contra las sanciones estadounidenses, conocidas como bloqueo o embargo.
"Se evaluarán las afectaciones de esa política en los proyectos de cooperación entre Cuba y la Unión Europea", refirió también la Cancillería cubana.
Otros temas en la agenda son "los ámbitos jurídicos y prácticos de la legislación existente en la UE para contrarrestar la aplicación extraterritorial de leyes impuestas por terceros países, así como el tratamiento del tema en foros multilaterales", acorde con la fuente.
La reunión se realiza en el contexto del Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación (ADPC) que guía las relaciones entre La Habana y Bruselas desde 2017.
Dicho mecanismo sustituyó a la llamada "posición común" de la UE hacia Cuba, que el bloque mantenía desde 1996 y que vinculaba todo avance en la relación bilateral a los progresos en democratización y derechos humanos en la isla.
La delegación cubana en Bruselas estará encabezada por el director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional de la Cancillería, Rodolfo Benítez.
Esta reunión tiene lugar tras la decisión del Parlamento Europeo de prohibir la entrada temporalmente a sus instalaciones a los miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento unicameral cubano).
Se trata de "medidas temporales de reciprocidad con respecto a los miembros de la Asamblea cubana, mientras los miembros del Parlamento Europeo tengan prohibida la visita a Cuba", según informaron a EFE fuentes de esa institución europea.