"Las lluvias de finales de 2023 y principios de 2024 dejaron inundaciones en muchos sitios y ahora, las altas temperaturas y la ausencia de precipitaciones está dejando un déficit hídrico y un deterioro de la vegetación grave", aseguró en una rueda de prensa en línea la directora de CARE para Zambia, Chikwe Mbweeda.
"Muchas cabezas de ganado están muriendo a un ritmo alarmante y han empezado a producirse desplazamientos de personas desesperadas, lo que a su vez aumenta el riesgo de aparición de enfermedades como el cólera", añadió.
Así, Mbweeda exigió una "intervención inmediata" para paliar los efectos de esta sequía.
"Podemos ver los efectos de la crisis climática en el sur de África. La frecuencia de estos fenómenos meteorológicos extremos es cada vez mayor y está afectando a la producción de alimentos y, por lo tanto, a las poblaciones, sobre todo a las más vulnerables", dijo, por su parte, el director ejecutivo del Consejo de Investigación Agrícola (ARC, por sus siglas en inglés) de Sudáfrica, MalawiLitha Magingxa.
También participó en la rueda de prensa Alice Kachere, presidenta de la Asamblea de Mujeres Rurales de Malaui, una organización de la sociedad civil.
"La crisis climática es real y está afectando sobre todo a las mujeres, que son quienes trabajan mayoritariamente en la agricultura. Aquí en Malaui muchas mujeres han perdido todo. No van a poder cosechar nada y, por lo tanto, no tienen dinero ni siquiera para alimentar a sus hijos", lamentó.
De esta manera, Kachere exigió que los países que más contaminan aumenten la financiación climática y hagan que esos fondos lleguen a las personas que los necesitan.
"Existen muchas políticas que son muy buenas y deberían ser beneficiosas. Pero el problema es que no se implementan. No necesitamos más políticas, sino que se implementen correctamente", agregó.
Ya el pasado 29 de febrero, el presidente de Zambia, Hakainde Hichilema, declaró como desastre nacional la devastadora sequía que azota al país, donde cerca de la mitad de los 20 millones de zambianos necesitan asistencia humanitaria.
También el presidente de Malaui, Lazarus Chakwera, declaró el "estado de desastre" el pasado 23 de marzo, en 23 de los 28 distritos del país, golpeado también por la sequía.
Allí, 4,4 millones de personas, el 25 % de la población, está en una situación de inseguridad alimentaria de crisis.
El último mandatario en declarar desastre nacional fue el presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, el pasado 3 de abril, debido a una sequía que dejó a 2,7 millones de personas con necesidad de ayuda alimentaria.
El Niño es un cambio en las dinámicas atmosféricas ocasionado por el aumento en la temperatura del océano Pacífico.
Este fenómeno meteorológico también está provocando lluvias torrenciales en el este de África que han dejado centenares de muertos en Kenia, Tanzania, Somalia y Etiopía.