Con el 98 % de los votos escrutados, el PNV necesitará del apoyo de los socialistas que durante la campaña electoral ya avanzaron su disposición para hacer lehendakari (presidente regional) al nacionalista Imanol Pradales, para lo que se requiere la mayoría de 38 de los 75 diputados autonómicos.
Los nacionalistas vascos, que han gobernado históricamente en la región salvo un periodo socialista y en estas elecciones perdieron cuatro escaños, adelantaron en votos a EH Bildu, que experimentó una importante subida con un aumento de seis.
El conservador Partido Popular logró un diputado más que en la pasada legislatura, pasando de 6 a 7, mientras que la ultraderecha de Vox mantuvo el único que tenía.
La plataforma de izquierdas Sumar logró entrar en el Parlamento regional con un representante.
La también izquierdista Podemos se quedó fuera de la cámara al perder los 6 escaños que obtuvo en las elecciones de 2020 y su coordinadora general en el País Vasco, Pilar Garrido, reconoció los malos resultados e indicó que asumen "este duro golpe" porque cree que su proyecto es "muy necesario para el futuro" de la región.
En clave nacional, el triunfo por votos del PNV da un respiro al Partido Socialista del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que habría puesto en aprietos una victoria de EH Bildu, dado el frágil equilibrio en el Congreso de los Diputados y la amplia gama de apoyos que tiene el Ejecutivo.
Unas elecciones ajustadas, una sociedad "plural"
Los ajustados resultados obligarán a las fuerzas a pactar durante la próxima legislatura y reflejan la "pluralidad" de la sociedad vasca, según enfatizaron el candidato nacionalista, Imanol Pradales, y también el socialista, Eneko Andueza.
"Se ha demostrado que nuestro pueblo es plural", subrayó Pradales, quien dejó claro que "la pelota" está en el tejado del PNV, a quienes los vascos les "han dado la llave del futuro de la sociedad" y para los que trabajarán "con toda responsabilidad".
"Hemos ganado las elecciones (...) y ha quedado clara la pluraridad de nuestro país", aseguró.
Por su parte, el socialista Eneko Andueza celebró la subida de 10 a 12 escaños de su partido y destacó que su formación será "útil e imprescindible para decidir el futuro" político del País Vasco.
Andueza adelantó que los votos recibidos "servirán" para lo prometido durante la campaña política: "para mejorar la vida de los vascos y vascas, reforzar nuestros servicios públicos, garantizar las políticas progresistas y la pluralidad".
Resultado histórico para Bildu
EH Bildu logró este domingo un resultado histórico desde su creación, pasando de 21 a 27 escaños en el Parlamento regional.
El partido fue fundado en 2011, el año en el que la banda terrorista ETA anunció "el cese definitivo de su actividad armada". Con orígenes próximos a las tesis de ETA, esta formación ha experimentado una evolución para centrarse más en las políticas sociales y una trayectoria ascendente, con una importante implantación entre la población más joven, que no vivió la violencia terrorista etarra que causó 850 muertos.
Además, ha tenido un relevo generacional, desde el liderazgo de Arnaldo Otegi, histórico dirigente independentista, identificado con el 'brazo político' de ETA, hasta su candidato actual, Pello Otxandiano (nacido en 1983), que no ocupó ningún cargo en el partido cuando existía la banda.
Otxandiano recordó que estos resultados significan una "competición entre dos" partidos, EH Bildu y el PNV, así como que "hoy la izquierda soberanista de Bildu está en el centro del mapa político".
"Es un momento histórico de nuestro pueblo, vamos por buen camino, y vamos rápido avanzando en ese camino, hemos dado un paso gigante en esa dirección", dijo entre vítores de "independencia, independencia".
El dirigente independentista celebró los “mejores resultados de la izquierda soberanista en toda su historia electoral” y adelantó que “el mandato popular” recibido este domingo por los votantes “dice que hay que dar un salto” en la “soberanía”.