"Necesitamos que (la guerra de Ucrania) termine por el bien de la población y también necesitamos que termine por el bien de la economía mundial, no solo de Ucrania, sino porque añade tensiones geoeconómicas que cuanto más avanzan, más empeoran nuestras perspectivas de que se va a invertir la dirección del crecimiento", afirmó Georgieva en una rueda de prensa.
Así, la mejor manera de "afrontar el problema" es que esta guerra y la de Gaza terminen, señaló.
El FMI y el Banco Mundial (BM) celebran esta semana las reuniones de primavera y la organización que dirige Georgieva actualizó sus previsiones de crecimiento mundial y las elevó una décima, hasta el 3,2 %, pese a las tensiones geopolíticas de las guerras de Ucrania y Gaza y la cada vez mayor fragmentación política.
Sin embargo, Georgieva afirmó hoy que pese a los buenos datos económicos globales, hay "mucho de lo que preocuparse" ya que las divergencias entre los países "están aumentando" y los países más pobres "quedan aún más rezagados".
"A pesar de los múltiples shocks y condiciones financieras estrictas, el crecimiento se encuentra firmemente en territorio positivo y hemos mejorado ligeramente nuestra previsión para este año hasta el 3,2%. Sin embargo, hay mucho de lo que preocuparse", advirtió.
Para 2025 el FMI mantiene sus pronósticos previos y prevé que la economía crecerá también un 3,2 % mientras que a medio plazo, dentro de cinco años, la economía crecerá en torno al 3,1 %, la cifra más baja en décadas.
Esto se debe, señaló Georgieva, a "una desaceleración generalizada de la productividad", en un contexto en el que "las divergencias dentro y entre grupos de países están aumentando y los países más pobres quedan aún más rezagados".
Ante esto, señaló Georgieva, los países tienen la prioridad de estar preparados para el próximo shock. "En un mundo donde las crisis siguen llegando, los países deben desarrollar urgentemente resiliencia fiscal para estar preparados para el próximo shock", afirmó la economista búlgara.