Los Gobiernos español y neerlandés suscribieron en febrero del pasado año un convenio de cooperación sobre esta nueva fuente de energía para potenciar su uso como alternativa limpia frente a los combustibles fósiles.
Felipe VI visitará el próximo miércoles con el rey Guillermo Alejandro de Países Bajos el puerto de Ámsterdam, tras el acuerdo con el de Bilbao (norte español) para crear un corredor similar al entablado entre Algeciras (sur español) y Róterdam, que a su vez se extenderá a Alemania a través de las rutas fluviales.
Según el embajador de Países Bajos en Madrid, Roel Nieuwenkamp, ambos proyectos están en desarrollo y serán necesarios “algunos años” para comenzar la exportación de hidrógeno verde, pero con unas posibilidades “inmensas” de futuro en cuanto a demanda.
“Es bueno para lograr los objetivos de cambio climático, para la industrialización en España, para la innovación, para crear empleos verdes y para tener menos dependencia de Rusia y de otros países. Es una situación de gana-gana-gana”, remarcó Nieuwenkamp en declaraciones a EFE con motivo de la visita de los reyes de España.
A su juicio, existe “una complementariedad grande” entre los dos países, porque en España “hay mucha oferta, de sol y viento, y en Países Bajos, además de Alemania, hay mucha demanda” por su fuerte peso industrial.
“España tiene un potencial inmenso, puede ser la Arabia Saudí de energía limpia”, valoró el diplomático neerlandés para describir las posibilidades de convertirse en un suministrador de referencia en Europa de hidrógeno verde por su capacidad de generación de energía solar y eólica.
La visita conjunta de los dos reyes al puerto de Ámsterdam, el cuarto más grande de Europa, da continuidad a la que el monarca de Países Bajos hizo a España en junio del pasado año con el mismo fin de fortalecer la alianza en materia energética.
Fue cuando se firmó el memorando para el desarrollo del corredor entre Bilbao y Ámsterdam, por el que la producción se centrará en la región española del País Vasco y la exportación en Países Bajos y el interior europeo a través del puerto interior de Duisburgo (Alemania) para suministrar a las industrias de la región Rin-Ruhr.
Esta fuente energética tiene, entre sus ventajas, que se simplifica su transporte, al poder mezclarse con el gas natural y distribuirse por la red de gasoductos existente, y puede transformarse en electricidad o en combustibles sintéticos.
Esta versatilidad hará que, según el embajador neerlandés, el convenio entre Bilbao y Ámsterdam cobrará mayor importancia tras la decisión de la UE de octubre pasado de que las aerolíneas deberían incrementar progresivamente la carga de combustibles sostenibles y sintéticos a partir de 2025.
Nieuwenkamp destacó que, tras la salida del Reino Unido de la UE, España y Países Bajos se han convertido en un nuevo eje alternativo al de Francia-Alemania, con posiciones comunes en asuntos como la autonomía estratégica europea o las reglas fiscales.