El litro de gasóleo costaba hoy de media 1,9 euros, mientras que el de gasolina rozaba los 2 euros (1,987 euros), según los datos actualizados del Ministerio de Empresas y del 'Made in Italy'.
La asociación de consumidores Assoutenti, tras supervisar algunos surtidores, aseguró que el litro de gasolina supera ya los 2,5 euros en algunas estaciones de la principal autovía, la A1, que atraviesa toda la península de norte a su para unir Milán con Nápoles.
El presidente de la organización, Gabrile Melluso, avisó que esta situación podría afectar al bolsillo de los italianos, no solo a los conductores, pues podría encarecer los productos y alimentos transportados (el 88 % de la mercancía en Italia viaja por tierra).
Desde Codacons, la principal asociación de consumidores italiana, aseguraron que llenar un coche de gasolina actualmente cuesta 7 euros más que a principio de año.
Este repentino aumento del precio del carburante penalizará los eventuales desplazamientos por los festivos del 25 de abril, Día de la Liberación, y del 1 de mayo, Día de los Trabajadores.
El alto coste del carburante en Italia es un frecuente tema de discusión por el elevado porcentaje de impuestos especiales que incluye, algunos aprobados en situaciones excepcionales hace décadas pero jamás retirados (por ejemplo, se sigue pagando el impuesto con el que se afrontó el fatal aluvión de Florencia de 1966).
El pasado marzo, según datos oficiales, del 1,865 euros que valía el litro de gasolina, casi la mitad (0,728 euros) eran impuestos especiales, otra parte importante correspondía al IVA (0,336 euros) y el resto, 0,800 euros, el valor neto del carburante.
La oposición ha vuelto a criticar duramente a la primera ministra, Giorgia Meloni, que llegó al poder en octubre de 2022 entre otras cosas prometiendo la eliminación de esos gravámenes.
Su ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti, defendió hoy que "es evidente que el precio de la gasolina no depende de las decisiones del Gobierno", en una rueda de prensa tras un Consejo de Ministros en el que no se había abordado esta cuestión.
El pasado verano, el Ejecutivo aprobó una serie de disposiciones para contener la escalada, que atribuyó a la especulación, y, por ejemplo, obligó a las gasolineras a mostrar un cartel con el precio de su producto y el valor medio nacional, soliviantando a sus gestores.