En su cuenta de la red social X, Correa adjunto un video de una pequeña aeronave en la que sube un civil rodeado de un fuerte dispositivo de seguridad.
"Lo llevan a Guayaquil a Jorge Glas. ¡Impresionante el despliegue de este Gobierno criminal!", escribió Correo sobre su exvicepresidente, que pasó la noche detenido en la Unidad de Flagrancia bajo fuertes medidas de seguridad en el centro de la capital ecuatoriana.
Correa agregó que "Jorge tiene dificultades para caminar porque fue golpeado, todo esto es una locura" y apuntó que "por engreído que sea (el actual presidente Daniel) Noboa, es estúpido creer que quedará en impunidad", finalizó.
Ninguna autoridad de Ecuador ha confirmado, hasta el momento, la ubicación de Glas, quien se encontraba desde mediados de diciembre en 2023 alojado en la Embajada de México en Ecuador hasta que en la noche de este viernes fue detenido por la Policía ecuatoriana, que ingresó a la fuerza en esa delegación diplomáticas una vez que el Gobierno mexicano le había concedido el asilo político que Glas había solicitado.
Glas, quien ahora es procesado por presunto peculado (malversación de fondos públicos) en el caso 'Reconstrucción' de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, fue trasladado a la Unidad de Flagrancia en vehículos blindados.
En la mañana de este sábado, varios vehículos blindados, uno de ellos similar al que anoche ingresó en la Embajada, abandonaron la Unidad de Flagrancia en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.
Ninguna autoridad confirmó si el exvicepresidente durante una parte del Gobierno de Rafael Correa (2007-2017) y al inicio de la Administración de Lenín Moreno (2017-2021), se encontraba en alguno de esos vehículos.
Tras la irrupción en su embajada en Quito, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Ecuador.
Glas estuvo cerca de cinco años en la cárcel entre 2017 y finales de 2022, para cumplir dos condenas por casos de corrupción de ocho y seis años de cárcel, respectivamente, por los delitos de cohecho y asociación ilícita en la financiación irregular del partido correísta y en el marco del caso de corrupción internacional de la constructora brasileña Odebrecht.
El exvicepresidente siempre ha rechazado las acusaciones y condenas en su contra y desde un inicio se ha declarado un perseguido político y víctima de 'lawfare' (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos), motivo por el que había solicitado el asilo político a México.
En la misma sentencia por cohecho también fue condenado a ocho años de cárcel e inhabilitado políticamente el expresidente Correa, que tiene la condición de refugiado en Bélgica, desde donde también denuncia una persecución política contra él y sus allegados durante su Gobierno.