"La situación anterior de sequía provocada por el cambio climático requiere medidas e intervención según lo previsto en nuestras leyes. Por ello, declaro el estado de desastre nacional debido a la sequía provocada por El Niño", declaró Mnangagwa en una rueda de prensa en la sede de la Presidencia zimbabuense en Harare.
El presidente dijo que el país necesita 2.000 millones de dólares (unos 1.855 millones de euros) para dar respuesta a los más de dos millones de personas que necesitan ayuda alimentaria.
"Mi Gobierno hace un llamamiento a la comunidad internacional, a las organizaciones y a los organismos financieros para que nos ayuden a movilizar fondos para luchar contra el hambre en el país", afirmó el jefe de Estado.
Frente a esta crisis, Zimbabue, que cuenta con una reserva definitiva de 800.000 toneladas métricas de grano, se pondrá en contacto con la vecina Sudáfrica para importar grano de ese país, reveló Mnangagwa.
Según el mandatario, la actual temporada agrícola de 2023-2024 no funcionó según las expectativas porque más del 80 % del país recibió precipitaciones por debajo de lo normal.
"Nadie va a pasar hambre en el país, ya que mi Gobierno alimentará a todos los que lo necesiten", concluyó.
El pasado 23 de marzo, el presidente de Malaui, Lazarus Chakwera, declaró el "estado de desastre" en 23 de los 28 distritos del país, golpeado también por la sequía causada por de El Niño.
Antes, en febrero, el jefe de Estado de la vecina Zambia, Hakainde Hichilema, tomó la misma decisión, frente a la pérdida de cosechas en siete de sus diez provincias por el mismo fenómeno.
El Niño es un cambio en las dinámicas atmosféricas ocasionado por el aumento en la temperatura del océano Pacífico.
Mientras que la sequía sacude países como Malaui, Zambia o Zimbabue, este fenómeno meteorológico provocó en los últimos meses lluvias torrenciales en el este de África que dejaron centenares de muertos en Kenia, Tanzania, Somalia y Etiopía.