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A 19 años de su partida, el legado de Juan Pablo II sigue inspirando a generaciones de fieles. Su vida de devoción, su liderazgo en momentos cruciales de la historia, y su mensaje de esperanza y amor continúan resonando en un mundo que, ahora más que nunca, necesita referentes de bondad y unidad.
Karol Józef Wojtyła, nacido el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, Polonia, fue elegido Sumo Pontífice el 16 de octubre de 1978, marcando el inicio de uno de los pontificados más largos e influyentes del siglo XX.
Un papa viajero
Juan Pablo II fue conocido como el “papa viajero” por sus numerosas visitas pastorales alrededor del mundo, convirtiéndose en uno de los líderes mundiales más reconocidos y queridos de su tiempo. Realizó 104 viajes internacionales, visitando 129 países. Su capacidad para conectar con las personas de diferentes culturas y su compromiso inquebrantable por la paz y la justicia lo convirtieron en un embajador de esperanza y unidad.
Defensor de la paz y los derechos humanos
El papa Juan Pablo II fue una voz constante en la defensa de la paz, los derechos humanos y la dignidad de cada persona. Durante su pontificado, el mundo experimentó cambios significativos, incluida la caída del comunismo en Europa del Este. Su apoyo al movimiento Solidaridad en Polonia es ampliamente reconocido como un factor crucial en el eventual colapso del comunismo en su país natal y en toda la región.
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Un legado de fe y misericordia
Además de su activismo político y social, Juan Pablo II fue profundamente espiritual. Escribió extensamente sobre temas de fe, moral y ética, y su pontificado estuvo marcado por un énfasis en la misericordia de Dios, la importancia de la familia y el valor de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural. Su encíclica “Fides et Ratio” destacó la relación entre fe y razón, mientras que en “Evangelium Vitae” hizo un llamado a respetar y proteger la vida en todas sus etapas.
Su canonización
El proceso de canonización de Juan Pablo II avanzó a un ritmo sin precedentes. Fue beatificado el 1 de mayo de 2011, y canonizado santo el 27 de abril de 2014 por el papa Francisco, en una ceremonia que reunió a millones de católicos de todo el mundo. Su canonización no solo es un testimonio de su vida dedicada al servicio de la Iglesia y su gente, sino también un recordatorio de su papel como agente de cambio en el mundo.
El papa Juan Pablo II en Paraguay
El 16 de mayo de 1988 es recordado como un hito importante tanto para Paraguay como para la comunidad católica de la nación, debido a la emblemática visita de Juan Pablo II. Este evento no solo infundió esperanza a través de la fe en un momento en que el país estaba sumido en el régimen de Alfredo Stroessner, sino que también precedió al derrocamiento de dicho gobierno al año siguiente.
Durante su visita, la presencia del Papa movilizó a miles de paraguayos, quienes se congregaron en los diferentes sitios anunciados para recibir su mensaje. A pesar de las adversidades, como las intensas lluvias y los difíciles accesos, una vasta multitud de fieles no dudó en reunirse en el parque Ñu Guasu para asistir a la misa celebrada bajo condiciones climáticas adversas, un evento que quedó grabado en la memoria colectiva.
Uno de los momentos más importantes de la visita fue la canonización de Roque González de Santa Cruz, quien se convirtió en el primer santo de origen paraguayo, un acontecimiento de gran relevancia espiritual y cultural para el país.
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Desafíos y tensiones durante la visita
La visita de Juan Pablo II se desarrolló en un contexto de tensión palpable entre la Iglesia Católica y el régimen de Stroessner. A pesar de ello, la convocatoria del Papa logró despertar un enorme interés entre los fieles, que llenaron las calles anhelando estar cerca de su líder espiritual en un país marcado por la necesidad en múltiples aspectos.
Uno de los puntos a destacar fue la ausencia de autoridades gubernamentales en un encuentro planificado en el entonces Consejo Nacional de Deportes, actual Secretaría Nacional de Deportes, debido al temor de enfrentar críticas o rechazo público.
Juan Pablo II sostuvo una audiencia con el presidente Alfredo Stroessner en el Palacio de López y extendió su visita a otras áreas del país, como la ciudad de Villarrica y el Chaco Paraguayo, donde interactuó con comunidades indígenas.
Adicionalmente, el Papa celebró su cumpleaños número 68 en la Nunciatura Apostólica, compartiendo este momento especial con la población paraguaya.