El ataque tuvo como objetivo unas instalaciones pertenecientes a los servicios de emergencias de la Asociación Libanesa de Ambulancias, y acabó con la vida de siete personas, indicó el medio estatal, que identificó a las víctimas por su nombre sin ofrecer detalles adicionales.
Por su parte, el grupo chií Hizbulá condenó en un comunicado el “despreciable crimen cometido por las fuerzas de la ocupación sionista contra pacientes y personal médico”, al tiempo que prometió responder al bombardeo.
El movimiento armado, que controla de facto la franja fronteriza con Israel, confirmó que la acción aérea causó muertos y heridos entre la población civil, sin especificar cuántos.
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En el marco de los enfrentamientos iniciados el pasado octubre, el Estado judío ha atacado varios centros de la Autoridad Sanitaria Islámica, vinculada a Hizbulá, así como objetivos médicos estatales como un hospital del Ejército libanés en Ain Ebel (sur) y otro público en Mays al Jabal (sur).
Las fuerzas israelíes confirmaron que sus cazas atacaron de noche unas instalaciones en Habariye, pero aseguraron que su objetivo fue una “estructura militar” y que en su interior lograron matar, entre otros, a un “terrorista” que había promovido operaciones contra el territorio israelí.
El fuego cruzado entre Hizbulá e Israel se volvió a recrudecer el martes con dos nuevos bombardeos israelíes contra el Valle de la Bekaa, una región en el este del Líbano alejada de la frontera común donde se suelen concentrar los choques entre las partes.
El grupo chií respondió con un lanzamiento de 50 cohetes simultáneos contra un cuartel militar en los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel.