"En las inminentes vacaciones de la Semana Santa, el Gabinete ha ordenado al Ministerio de Sanidad que intensifique el monitoreo y la supervisión de todas las reuniones públicas para minimizar la propagación del cólera", dijo en una rueda de prensa el ministro de Información y portavoz del Gobierno, Jenfan Muswere.
"El Gabinete ordenó, además, que en el futuro ninguna reunión de una iglesia se celebre sin que los líderes de la iglesia instalen pozos (...), así como infraestructuras de saneamiento", añadió.
El presidente de Zimbabue, Emmerson Mnangagwa, ordenó que se instalen pozos impulsados por energía solar en los lugares donde suelen celebrarse reuniones públicas para "garantizar que se proporciona agua potable y saneamiento", detalló el portavoz.
Además, según Muswere, "todas las reuniones deben obtener autorización previa (...) de las autoridades sanitarias", con el objetivo de frenar un brote que ha registrado ya unas 29.000 infecciones desde el pasado año y que se ha extendido a los 64 distritos del país.
En 2008, Zimbabue sufrió un brote de cólera que mató a más de 4.000 personas e infectó a cerca de 100.000 en todo el país.
El cólera es una enfermedad diarreica aguda causada por la ingestión de alimentos o agua contaminados con la bacteria "Vibrio cholerae".
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cólera sigue siendo "una amenaza mundial para la salud pública y un indicador de desigualdad y falta de desarrollo".
El pasado mes de febrero, la OMS alertó de un grave repunte de casos de la enfermedad en el este y el sur de África, con Zambia y Zimbabue como los países más afectados, mientras que también se han reportado infecciones en Mozambique, Tanzania, Etiopía o la República Democrática del Congo (RDC), entre otros.