“Estados Unidos no vetó hoy el nuevo texto que pide un alto el fuego sin la condición de liberar a los secuestrados. Se trata de un claro retroceso de su posición constante en el Consejo de Seguridad desde el comienzo de la guerra”, lamentó la Oficina del Primer Ministro en un comunicado.
La Oficina indicó que Benjamin Netanyahu dejó claro a Estados Unidos que si se retiraba de su “posición de principios”, no enviaría la delegación israelí a Washington, por lo que decidió anular su viaje.
Estaba previsto que el asesor de seguridad nacional, Tzachi Hanegbi, y el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, -del círculo más cercano a Netanyahu- viajaran a Washington esta semana a petición de la Casa Blanca para escuchar las propuestas estadounidenses para ampliar la ayuda humanitaria a Gaza y alternativas a una operación terrestre en Rafah.
La incursión terrestre a Rafah es uno de los principales puntos de fricción entre EEUU e Israel, ya que Netanyahu la considera imprescindible para derrotar a los cuatro batallones de Hamás que quedan allí y ganar la guerra, mientras que la administración de Joe Biden lo considera una "línea roja" porque 1,4 millones de desplazados, más de la mitad de la población gazatí, está en esa ciudad del extremo meridional del enclave.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este lunes por primera vez, y tras cuatro intentos fallidos previos, una resolución en la que se pide inequívocamente un alto el fuego en la guerra en la Franja de Gaza, donde ya han muerto más de 32.200 personas.
La resolución fue aprobada por 14 votos a favor y una abstención, la de Estados Unidos, y al aprobarse suscitó los aplausos de la sala, cosa que raramente sucede, ya que hasta ahora había vetado todas las resoluciones presentadas en este sentido.
El pasado viernes el Consejo de Seguridad de la ONU votó una resolución que pedía un "alto el fuego inmediato" en la Franja", presentada por primera vez por EEUU, después de haber vetado tres veces resoluciones en esa dirección, aunque esta vez fue vetada por China y Rusia por el "vocabulario equívoco" al considerar que el llamado al cese el fuego no era claro.