Muy dividido desde hace años sobre la cuestión israelo-palestina, el Consejo de Seguridad de la ONU solo ha adoptado desde el 7 de octubre dos resoluciones, de las ocho sometidas a votación, aunque de carácter esencialmente humanitario.
La resolución, adoptada entre aplausos por 14 votos a favor y una abstención “exige un alto el fuego inmediato para el mes de Ramadán” que conduzca a una tregua duradera, y “exige la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes” .
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, vinculó la tregua con la liberación de rehenes, en declaraciones tras la votación.
“Un alto el fuego puede comenzar apenas se libere al primer rehén”, dijo la diplomática. “Este es el único camino para asegurar un alto el fuego”, subrayó. En tanto, Francia pidió una tregua permanente después de Ramadán.
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“Esta crisis no ha terminado. El Consejo tendrá que seguir movilizado y volver al trabajo inmediatamente. Cuando se acabe el Ramadán, dentro de dos semanas, habrá que establecer un alto el fuego permanente, dijo el embajador francés ante la ONU Nicolas de Riviere.
Rusia y China habían vetado el pasado viernes un proyecto de resolución propuesto por Estados Unidos, que señalaba la “necesidad” de un “alto el fuego inmediato” en Gaza.
La propuesta estadounidense vinculaba ese alto el fuego a la liberación de los rehenes capturados por Hamás en su ataque en Israel el 7 de octubre, que desencadenó el actual conflicto.
Hasta ahora, Estados Unidos se había opuesto sistemáticamente al término “alto el fuego” en las resoluciones de la ONU y bloqueó tres textos de este tipo.
La abstención de Estados Unidos, principal aliado de Israel, en la votación de hoy no representa “un cambio” de política, dijo a la prensa el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, al afirmar que su país apoya un alto el fuego pero se abstuvo porque la resolución no condena al grupo islamista palestino Hamás.
La resolución aprobada es fruto del trabajo de los miembros no permanentes del Consejo, que negociaron durante todo el fin de semana con Estados Unidos para tratar de evitar un nuevo fracaso, según fuentes diplomáticas, que expresaron cierto optimismo sobre el resultado de la votación.
La respuesta israelí al ataque de octubre ha dejado al menos 32.333 muertos en la Franja de Gaza, según el ministerio de Salud en manos del grupo radical de Hamás, que gobierna el enclave costero.
Según Israel, unas 130 personas de las 250 secuestradas, siguen rehenes en Gaza, de las que 33 habrían muerto.