Bangladesh experimentó una media anual de partículas PM2,5, las más dañinas para la salud humana, más de quince veces superior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), afirmó IQAir en su informe anual.
Un total de 79,9 microgramos por metro cúbico (µg/m3) de media en 2023, frente a los cinco µg/m3 como máximo recomendados por la organización mundial.
Pakistán, con 73,7 µg/m3 anuales, y la India, con 54,4 µg/m3 anuales, completan la lista de países más contaminados del mundo en una región que comparte fuentes de polución del aire como las emisiones por las fábricas de ladrillos, el quemado de rastrojos o el uso de combustibles sólidos para cocinar y calentarse en invierno.
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Otros factores geográficos y climatológicos contribuyen a la acumulación de contaminación atmosférica en la región, subrayó IQAir, que indicó que ésta puede “desplazarse hacia Bangladesh” durante la temporada de quema de rastrojos en el norte de la India, Nepal y Pakistán.
IQAir destacó sin embargo cómo las fábricas de ladrillos y las emisiones de vehículos contribuyen a la mayor parte de la contaminación de Bangladesh.
"El 95 % de la población vive a menos de un kilómetro de una fábrica de ladrillos" en ese país asiático, dijo la empresa, y la mayoría de ellas operan de forma ilegal.
Según datos de la organización suiza, la calidad del aire en las ciudades más contaminadas de estos países ha ido declinando en los últimos años a pesar de la adopción de diversas medidas por las autoridades locales.
Las autoridades de la provincia paquistaní de Punjab, que hasta hace poco acogía a la ciudad más contaminada del mundo, Lahore, han tomado medidas como la prohibición de quemar rastrojo y la puesta en marcha de servicios de transporte público.
En materia de las ciudades más contaminadas, Nueva Delhi ocupa el primer puesto de ciudades más contaminadas del mundo, seguida por Dacca y la capital de Burkina Faso, Uagadugú.
Los elevados niveles de contaminación del aire roban a los habitantes de las grandes ciudades de la región hasta cinco años de vida de media, según algunos estudios, y la OMS calcula que unos dos millones de personas mueren de forma prematura en el Sur de Asia.