“Una mujer tiene que trabajar mucho más que un hombre, porque no te harán ningún favor si tienes el más mínimo defecto técnico”, dijo la legisladora francesa Aurore Lalucq, del partido de centro izquierda Place Publique.
Lalucq, de 44 años y economista de formación, ha hecho de las regulaciones bancarias y financieras su principal área de actuación desde su llegada al Parlamento Europeo.
Sin embargo, cuando se sumó a la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios, se encontró con un mundo repleto de “hombres con trajes de color gris”: por cada mujer había dos legisladores masculinos.
“Se asocia más a las mujeres con políticas sociales, familiares, o de derechos humanos. Todo lo que sea visto como más serio, más técnico, sigue siendo lamentablemente considerado como algo hecho por los hombres”.
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Cuando ella decidió discutir la regulación de las criptomonedas, se tornó víctima de acoso en línea.
“‘¡Vuelve a la cocina!’, ‘¿qué sabe ella de esto?’, comentan, y enseguida empiezan a hablar de tu físico, te lanzan ataques sexistas, o de naturaleza sexual” , lamentó Lalucq, que en el Parlamento Europeo actúa dentro del espacio de los socialdemócratas.
“Te van a atacar, te van a observar desde todos los ángulos. Tu trabajo nunca será suficientemente bueno” , dijo a su vez la belga Assita Kanko, del partido conservador N-VA, que actúa en el bloque de la derecha nacionalista.
Kanko tiene 43 años de edad y actúa especialmente en cuestiones de seguridad y sobre violencia contra las mujeres.
“Quiero trabajar duro, profundizar en los temas que me interesan, pero también quiero estar en mi casa para mi hijo, y eso es muy complicado. Por eso, muchas mujeres no quieren ingresar a la política” , dice.
Nacida en Alto Volta (actual Burkina Faso) , y madre soltera de una hija de 16 años, Kanko vive en Bélgica desde 2004, y fundó una organización, Polin, para ayudar a mujeres a iniciarse y obtener éxito en la actividad política.
Eliminar la desventaja
En tanto, la legisladora francesa Leila Chaibi, de 41 años y del grupo de la Izquierda, lamentó que “durante nuestra licencia de maternidad nuestros votos no cuentan, no podemos hacer una procuración ni votar a distancia”.
En junio de 2023, en un discurso de enorme impacto y poco después del nacimiento de su hija, Chaibi reclamó en la plenaria que las mujeres “no deberían tener que elegir entre ejercer un mandato correctamente o tener un hijo”.
Según Lalucq, “es necesario crear las condiciones que permitan que no estemos en desventaja sólo por ser madres o mujeres” .
Las mujeres representaron solamente el 16,6% de los eurodiputados en las primeras elecciones por sufragio universal directo, en 1979, el año en que Simone Veil se convirtió en la primera presidenta del Parlamento Europeo.
En la actualidad, alrededor de cuatro de cada diez eurodiputados son mujeres.
Un estudio publicado por el Servicio de Investigaciones del Parlamento Europeo en 2023 asegura que esta cifra está “por encima de la media mundial de los parlamentos nacionales” (26,5% a principios de 2023) .
También estaría por encima del promedio de los parlamentos nacionales en los países de la UE (31%) , afirma el estudio, que no obstante advierte sobre grandes diferencias entre los Estados miembros”
Así, en Rumania las legisladoras representan el 15% del total, al tiempo que en Finlandia son el 57%.
España después de las elecciones de 2023 el porcentaje de mujeres electas fue 44,3%,según datos del Instituto Nacional de Estadística.