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A diferencia de Nueva York, donde el conteo de ratas alcanza cifras millonarias, en la capital de Argentina, Buenos Aires, no existe un número oficial que determine la magnitud de su población pero las cifras no oficiales hablan de hasta 20 ratas por cada habitante, según recopila el diario Clarín.
Ante esto, en el vecino país se dan “esfuerzos de desratización” que están siendo intensificados y el Ministerio de Espacio Público de Buenos Aires realizó más de 75.000 operativos en 2023 y, hasta ahora, más de 15.000 en 2024.
Estas acciones, que incluyen la colocación de trampas, cebos y venenos, son una respuesta a la creciente visibilidad de este problema.
Asimismo, recientemente se dio un incidente que demostró “de primera mano” la situación cuando un roedor se cruzó entre los periodistas durante una convocatoria del jefe de Gobierno Porteño, Jorge Macri, algo que demuestra la adaptabilidad propia de esta especie y también las falencias urbanas en la gestión de residuos en la ciudad, recopila el medio argentino.
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Los barrios donde más proliferan ratas en la capital de Argentina
Por otra parte, el cambio en los hábitos de las ratas es notable ya que antes estaban más concentradas en zonas con basurales pero ahora se esparcen por la ciudad aprovechando la abundancia de recursos, citan los argentinos.
“La eficacia en la explotación de estos recursos, sumado a la disponibilidad de alimentos, favorece su reproducción y dispersión”, sostienen.
Por su parte, Daniel Miranda, docente en la Escuela Argentina de Manejo Integrado de Plagas y Ambientes de la UBA, apunta que la visibilidad y actividad diurna de las ratas ha aumentado significativamente, en gran parte debido a la gestión ineficaz de los residuos urbanos.
Finalmente, la capital Buenos Aires alberga principalmente tres especies de roedores: la rata negra, la rata parda o de alcantarilla y la laucha doméstica, cada una con sus propias características y modos de interactuar con el entorno urbano.
Asimismo, barrios como Bosques de Palermo, Puerto Madero, Villa Soldati y Villa Lugano, así como el centro de la ciudad, registran mayor presencia de estos roedores.