La mayoría de incendios que han afectado al país este año se han concentrado en los departamentos (provincias) de Quiché y Huehuetenango, una área boscosa ubicada al norte de la capital, así como en Zacapa, una zona árida en el extremo este del territorio, y en las periferias de las Ciudad de Guatemala, según el último reporte de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred).
Aunque anualmente, desde 2021, Guatemala pierde un promedio de 35.000 hectáreas de bosque, según datos oficiales, este año el incendio en el cráter y las faldas del volcán de Agua, un coloso de 3.760 metros sobre el nivel del mar y ubicado en la provincia de Sacatepéquez, atrajo la atención internacional y puso a prueba la institucionalidad del Estado para responder a este tipo de emergencias.
El fuego en el volcán se inició el 21 de febrero y 10 días después el Ejército, bomberos y brigadistas de decenas de instituciones aún siguen trabajando para controlar el incendio. La complejidad y magnitud de la emergencia hizo que el Gobierno guatemalteco acudiera a la comunidad internacional logrando la respuesta de Taiwán, que donó 300.000 dólares.
Los limitados recursos para sofocar el fuego vía aérea y la carencia de aeronaves que estén capacitadas para atender incendios forestales de gran magnitud fue una constante durante los primeros días de emergencia en el volcán de Agua y deficiencias en la coordinación entre las instituciones responsables en responder fue criticada por analistas.
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Además, la mayoría de aviones que fueron empleados para atender la emergencia fueron puestos a disposición por entidades privadas y dejaron de sobrevolar el área del incendio este jueves.
Pérdidas en agricultura
Esta semana, organizaciones civiles advirtieron al Gobierno del presidente Bernardo Arévalo de León que la gran cantidad de incendios que se está viviendo en esta temporada está teniendo un impacto negativo en la biodiversidad del país.
Pero también está impactando a la agricultura, ya que de acuerdo con el Ministerio de Agricultura de Guatemala, el incendio en el volcán provocó pérdidas a los productores locales de arveja y aguacate, cuyas siembras están ubicadas en los campos de Santa María de Jesús, un poblado ubicado en las faldas del volcán de Agua.
Los agricultores de la zona han advertido que la pérdida de la cobertura forestal en las zonas golpeadas por el fuego en el volcán se convertirá en un riesgo de deslaves durante la época lluviosa del daño.
La fauna del sector también ha sido afectada, según el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), venados, mapaches y tacuazines han sido reubicados debido a la destrucción de sus madrigueras por el fuego.
La diversidad en riesgo
Desde 2010, Guatemala fue reconocida como uno de los 20 países megadiversos del mundo, por su gran variedad de especies, ecosistemas, diversidad genética, servicios ecosistémicos y diversidad cultural que alberga. Sin embargo, en los primeros 20 años del siglo XXI, el país centroamericano perdió el 22,3 por ciento de su cobertura forestal.
Los incendios, muchos de ellos provocados, la tala ilegal de árboles para la ganadería y actividades ilícitas relacionadas al narcotráfico, han sido descritas como las principales amenazas para los bosques del país por biólogos y conservacionistas.
Otro factor que agrava la proliferación de incendios es el cambio climático, de acuerdo con datos oficiales el fenómeno del niño (calentamiento del océano Pacífico) afectará con sequías y altas temperaturas el territorio guatemalteco al menos hasta finales de abril de 2024.