Nada más conocerse el fallo, los agentes del orden encapuchados esposaron a Orlov, de 70 años, y lo introdujeron en una celda en la misma sala del Tribunal Golovinski de Moscú.
El activista fue condenado por un artículo en el que llamó al actual régimen político "totalitario y fascista", algo que, a la vista de lo ocurrido en los últimos meses, incluido la reciente muerte en prisión del opositor Alexéi Navalni, no exageró, según sus palabras, "ni un ápice".
El pasado 11 de octubre Orlov, que también se manifestó en la plaza Roja contra la guerra en Ucrania, fue multado con 150.000 rublos (1.500 dólares) por este mismo caso, pero la Fiscalía recurrió el fallo al acusar a Orlov de "albergar odio ideológico y político" contra Rusia, tras lo que el Tribunal Urbano de Moscú ordenó repetir el juicio.
Entonces la jueza tuvo en cuenta como atenuante, entre otras cosas, la edad del acusado y su brillante trayectoria como activista durante los últimos 30 años.
Además, también fue acusado en esta ocasión de animadversión contra los principios morales tradicionales y también contra los valores patrióticos que profesa el Kremlin.
"Nos acusan de desprestigio, sin explicar de qué se trata y en qué se diferencia de la crítica legítima. Nos acusan de difundir intencionadamente información falsa sin molestarse en demostrar su falsedad", dijo Orlov la víspera al pronunciar sus últimas palabras.
Orlov se sintió identificado con el personaje de la novela "El proceso" de Franz Kafka, ya que él tampoco entiende por qué y de qué le acusan.
"El Estado en nuestro país de nuevo controla no sólo la vida social, política y económica, sino que aspira al total control de la cultura, el pensamiento científico e invade la vida privada. Se convierte en absoluto", dijo.
Más de una decena diplomáticos occidentales, incluidos representantes de Estados Unidos y la Unión Europea en la capital rusa, asistieron el martes a la vista, según informó Memorial en Telegram.
Durante el proceso, Orlov se negó a reconocer su culpa y renunció a la presencia de testigos en su defensa, aduciendo que podía acarrearles un riesgo, ya que él fue catalogado a principios de febrero como agente extranjero.
El fallo coincidió con el noveno aniversario del asesinato cerca del Kremlin del dirigente opositor y exviceprimer ministro ruso, Boris Nemtsov.
Los tribunales incoaron en marzo el caso penal contra Orlov por el artículo titulado "Querían Fascismo, ya lo tienen" publicado en la prensa francesa y colgado en noviembre de 2022 en Facebook.
"La guerra sangrienta declarada por el régimen de Putin en Ucrania no sólo significa el asesinato masivo de personas, sino la destrucción de la infraestructura, la economía y los bienes culturales de ese extraordinario país", rezaba el artículo.
En diciembre de 2021 los tribunales rusos liquidaron tanto Memorial Internacional como el Centro de Derechos Humanos Memorial por crear una "imagen falsa de la URSS como Estado terrorista", tras lo que dicha organización recibió un año después en Oslo el Nobel de la Paz.