Así lo indicó el monarca durante una reunión en Amán con el presidente palestino, Mahmud Abás, en la que concordaron en la necesidad de “realizar los máximos esfuerzos para alcanzar un alto el fuego inmediato y permanente en Gaza y proteger a los civiles inocentes”.
Asimismo, le trasladó al palestino que "Jordania seguirá proporcionando ayuda humanitaria, de socorro y médica a la población de la Franja", algo que ha estado haciendo en los últimos meses tanto por vía terrestre como lanzando desde el aire cargamentos de asistencia.
Abdalá II también advirtió contra “cualquier intento de separar Cisjordania y la Franja de Gaza, que constituyen una extensión de un único Estado palestino”, al tiempo que reiteró su defensa de la solución de los dos Estados.
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Más de cuatro meses de guerra han llevado a la Franja a la peor catástrofe humanitaria de su historia y a unos niveles de destrucción sin precedentes, con en torno al 80 % de su infraestructura civil dañada, incluyendo viviendas, hospitales, escuelas, instalaciones de agua y saneamiento, según datos de la ONU.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente estima que se necesitarán entre 3 y 12 años para limpiar sólo los escombros y los restos explosivos de la guerra, y se requieren decenas de miles de millones de dólares y décadas para revertir el daño económico general, incluso para reconstruir el sistema de salud.
Sólo 13 de 36 hospitales funcionan parcial o mínimamente en Gaza, y la mayoría de ellos están situados en el sur, mientras que la cifra de muertos asciende ya a más de 29.700 desde el estallido de la guerra.