El centro de estudios londinense presentó el martes el ‘Military Balance 2024′, la 65 edición de su estudio anual sobre las capacidades defensivas, equipamientos y presupuestos de 173 territorios.
El IISS, fundado en 1958, dice que el gasto militar se incrementará aún más este año, de acuerdo con los compromisos de inversión ya anunciados por los diferentes Gobiernos.
Estados Unidos y Europa aumentaron la producción de misiles y municiones y se espera que generen una mayor capacidad de producción de defensa, después de décadas de inversión insuficiente, señala el documento.
El hecho de que Rusia esté centrada en equipar a sus Fuerzas Armadas llevó a antiguos compradores de Moscú a buscar suministros de otras fuentes, añade.
El Instituto revela que los países de la OTAN -excluyendo a Estados Unidos- gastan ahora un 32 % más en conjunto que cuando Rusia invadió Crimea en 2014, lo que, según sus analistas, demuestra la influencia de los actos de Moscú.
Sin embargo, los expertos advierten de que esa mayor inversión sirve en algunos casos solo para paliar deficiencias anteriores, y también preocupa la inflación de los equipamientos y ciertos tipos de munición.
Si Occidente aumenta el gasto, también lo hacen Rusia y China, que ahora dedican más del 30 % de las partidas gubernamentales al sector militar, constata el informe.
Por otra parte, los autores detectaron que en 2023 algunas fuerzas armadas "recuperaron el interés en equipos que habían sido descuidados, como la artillería y la defensa aérea, al tiempo que adoptaban nuevas tecnologías, como vehículos de planeo hipersónicos y misiles de crucero o municiones de ataque directo".
Las armas nucleares también regresaron a la agenda, pues China habilitó silos misilísticos y EE.UU. moderniza sus ojivas y sistemas vectores, agrega.
Rusia pierde 3.000 tanques
Los analistas de IISS calculan que la invasión de Ucrania costó a Rusia más de 3.000 tanques, "aproximadamente tantos como tenía en su inventario activo antes de febrero de 2022", cuando declaró la guerra a Kiev.
El Gobierno ruso recurrió a equipos de reserva de menor calidad para reponer las pérdidas, apuntan.
A su vez, Ucrania dependió en gran medida de los equipos occidentales para mantener su nivel de efectivos y apuntalar su dura batalla para atacar objetivos más allá de las líneas del frente, dice el estudio.
Los expertos señalan que Kiev demostró su ingenio utilizando sistemas occidentales y otros desarrollados localmente para socavar a la flota rusa en el mar Negro.
La creciente influencia de Irán en las zonas de conflicto se puso de manifiesto con el uso por parte de los hutíes de misiles antibuque suministrados por Teherán y el empleo por Rusia de vehículos aéreos no tripulados procedentes del Estado persa.
El informe alerta de un deterioro general de la seguridad, por un número creciente de conflictos como la guerra entre Hamás e Israel; la continua agresión de Rusia contra Ucrania; la toma de la región de Nagorno-Karabaj por parte de Azerbaiyán; los golpes de Estado en Níger y Gabón, y las maniobras más asertivas de China alrededor de Taiwán y en el mar de la China Meridional".