En un comunicado, el NRC recordó que la “extrema brutalidad” de la guerra de Sudán ha desplazado ya a nueve millones de personas dentro del país.
"Esta es ahora la mayor crisis de desplazamiento relacionada con la guerra en el mundo, superando incluso a Ucrania y Siria", subrayó la ONG, al precisar que "otros 1,7 millones de personas han huido de Sudán a países vecinos".
Según el NRC, el este de Chad, donde una de cada tres personas es un refugiado, ha recibido la mayor proporción de huidos de Sudán y el volumen de llegadas ha supuesto “una presión insoportable para uno de los países más pobres del mundo”.
“Las familias que huyen de la vecina (región sudanesa de) Darfur han sido testigos de ejecuciones, violaciones, bombardeos indiscriminados, incendios de campos y masacres, simplemente por su origen étnico”, afirmó el secretario general de la ONG, Jan Egeland, quien visitó esta semana campos de refugiados en el este de Chad.
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Muchos supervivientes "se ven obligados a vivir en condiciones desesperadas e indignas, en tiendas de campaña improvisadas, sin siquiera recibir asistencia básica. ¿Cómo es que estos supervivientes han sido tan olvidados?", se preguntó Egeland.
A juicio del Consejo, se necesita una asistencia inmediata y mayor para Chad y la crisis más amplia de Sudán, junto "al coraje político de los líderes del mundo para poner fin a esta violencia sin sentido".
La guerra estalló el 15 de abril de 2023 por la tensión sobre la reforma del Ejército y la integración de los paramilitares en las fuerzas regulares, dentro de un proceso político para encauzar de nuevo a Sudán en la senda democrática tras el golpe de Estado de 2021.
El conflicto, que ha causado más de 12.000 muertos, sigue sin resolverse pese a los intentos diplomáticos de organizaciones regionales como la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) -bloque de ocho países de África oriental- para hallar una solución.