"El impacto no sería únicamente a corto plazo, además debilitaría nuestra habilidad colectiva para responder a la crisis humanitaria", indicó Lazzarini tras un encuentro en Ginebra con delegaciones de los Estados miembros de la ONU, donde se discutió tanto la situación crítica en Gaza como las controversias que rodean a la UNRWA.
"No hay ninguna otra agencia de la ONU u ONG que haya podido dar durante décadas servicios tales como educación para cientos de miles de niños", señaló a los periodistas al término de dos horas de reuniones en la sede europea de Naciones Unidas.
Lazzarini, quien rehusó hablar de una posible dimisión (algo que ha reclamado el Gobierno israelí) recordó a las delegaciones en la ONU que la UNRWA ha iniciado una investigación de 12 extrabajadores de la agencia presuntamente ligados a Hamás, y aseguró en este sentido que es esencial que Israel colabore en las pesquises.
Las críticas a la UNRWA arreciaron el pasado fin de semana, cuando el ejército israelí dijo haber hallado un presunto túnel de Hamás bajo la sede de la agencia de la ONU en Gaza, algo que Lazzarini también debatió en la reunión de hoy con los diplomáticos de los Estados miembros.
"Les he dicho que una vez termine la guerra necesitamos establecer un comité de investigación, pero también tenemos que investigar el flagrante desprecio a las instalaciones de la ONU desde el inicio del conflicto, ya que más de 150 de ellas han sido atacadas", aseguró.
Respecto a la posible ofensiva israelí sobre Rafah, en el extremo sur de Gaza y donde se ha ido concentrando buena parte de la población palestina a medida que los combates se han desplazado del norte al sur de la franja, Lazzarini expresó su temor a que esta acción que planea Israel aumente aún más el número de víctimas.
"En cuatro meses el 5 por ciento de los gazatíes (unas 100.000 personas) han fallecido, resultado heridos o están desaparecidos. Hablamos de la mayor ofensiva militar contra una marea de población desplazada", lamentó.