Dispersadas con gases lacrimógenos nuevas protestas contra Occidente en RD del Congo

Kinsasa, 12 feb (EFE).- La Policía de la República Democrática del Congo (RDC) disparó este lunes gases lacrimógenos para dispersar a decenas de personas que protestaron en varias embajadas occidentales en Kinsasa y las oficinas de la misión de la ONU en el país (Monusco) contra la guerra que asola el este del país.

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"No nos vamos a quedar aquí. Denunciamos la hipocresía de los estadounidenses, franceses, belgas e ingleses en la guerra que está ocurriendo en nuestro país", dijo a EFE uno de los manifestantes, Fiston Makenge, de unos treinta años.

"Estamos quemando neumáticos delante de la embajada estadounidense y en la sede de la Monusco. Seguiremos incluso si la Policía nos lo impide", añadió.

Los protestantes acusaron a los países occidentales y a las Naciones Unidas de seguir apoyando a Ruanda pese a su presunto apoyo al grupo rebelde Movimiento 23 de Mayo (M23), algo que Kigali siempre ha negado pese a que varios informes de la ONU lo han confirmado.

"Los occidentales están detrás del saqueo de nuestro país. Ruanda no trabaja sola", aseguró a EFE Pepin Mbindu, que también se unió a las protestas.

La Policía intentó detener estas protestas con gases lacrimógenos y detuvo a decenas de personas, según pudo comprobar EFE.

"¿Por qué nos detienen estos policías? Los que mueren en el este también son sus hermanos", indicó otro de los manifestantes, que aseguró que su compañero resultó herido.

Muchos negocios de Kinsasa han permanecido cerrados todo el día por el temor de posibles disturbios, después de que el pasado sábado la Monusco denunció una "serie de ataques" contra su personal en los que los asaltantes incendiaron varios vehículos de la ONU.

El viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores congoleño, Christophe Lutundula, se reunió este domingo con las misiones diplomáticas en Kinsasa y les aseguró que el Gobierno tomará medidas para garantizarles su seguridad.

Los recientes avances del M23 contra el Ejército congoleño en la provincia nororiental de Kivu del Norte han agravado el conflicto en la zona y han empeorado la crisis humanitaria.

Más de 150.000 personas han huido de sus casas en esa área desde el pasado día 2, más de la mitad, niños, según indicó el pasado jueves la ONG Save the Children.

Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por milicias rebeldes y el Ejército, a pesar de la presencia de la Monusco desde que asumió el control de una operación anterior de la ONU en 2010.

Su mandato incluye apoyar los esfuerzos del Gobierno congoleño para estabilizar la región, pero en los últimos años ha enfrentado protestas, a veces violentas, vinculadas a la percepción de que no hace lo suficiente para detener el conflicto.

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