En concreto, desde el 19 de noviembre, cuando el grupo respaldado por Irán capturó el carguero 'Galaxy Leader', la media cayó de los 5,5 millones toneladas diarias a las 2,1 en la última semana, un descenso del 61,4 % en menos de cuatro meses.
El día con menos tráfico fue el 23 de enero, en el que solo atravesaron en canal 29 buques de mercancías y seis tanques de combustible.
Por esa razón, el jefe de la Autoridad del canal de Suez, Osama Rabie, se reunió hace dos semanas con los representantes de 15 importantes navieras, que le aseguraron que regresarían a la ruta tradicional "cuando terminen las tensiones", según informó la entidad gestora en un comunicado.
Los números son similares en el paso de Bab el Mandeb, la entrada al mar Rojo y donde los hutíes atacan a barcos con escala o destino previsto en puertos israelíes, una acción que reivindican en defensa de la causa palestina y que provocó la contraofensiva por parte de una coalición militar internacional liderada por Estados Unidos.
En ese punto se ha registrado una caída del 54 % en el número de barcos que deciden pasar por el estrecho y un 66,4 % de las mercancías con respecto a antes de la crisis, de los 5,1 millones toneladas en noviembre a 1,7 millones en la primera semana de febrero.
En ese sentido, Port Watch, que monitoriza a 120.000 buques y 1.400 puertos de todo el mundo, "localiza a los cargueros a través de las señales que estos envían por satélite", según explicó en declaraciones a EFE la economista y una de las responsables de la herramienta, Parisa Kamali.
"Registramos cuando los barcos entran o salen de un puerto, así como otros puntos de control específicos", aseguró Kamali, aunque alertó de que "algunos de los buques que atraviesan Bab el Mandeb apagan sus transmisores para evitar compartir la ubicación y protegerse de los posibles ataques", lo que "complica su rastreo".
El mar Rojo, delimitado al norte por el canal de Suez y al sur por el estrecho de Bab el Mandeb, es una vía por la cual navegan más de 19.000 cargueros anualmente, lo que supone el 11 % del tráfico marítimo global, según Port Watch, además de ser el camino más rápido entre los puertos asiáticos y el Mediterráneo.
Un gran número de navieras han reducido o parado por completo sus operaciones en la región y han optado por utilizar rutas alternativas, como la que bordea el continente africano por el sur junto al cabo de Buena Esperanza, y cuyo uso ha crecido un 51,9 % en ese período, pese a que implica 10 días más de travesía y aumenta los costes.
Egipto recauda alrededor de 8.000 millones de dólares anuales del canal de Suez, por lo que sus autoridades han iniciado una campaña para convencer a las navieras de que vuelvan a transitar por el paso artificial por la grave crisis económica que sufre el país, marcada por la falta de divisas.