Este tipo de sentencia, con penas de muerte suspendidas, son relativamente frecuentes en el gigante asiático en casos de corrupción y representan que, si el reo no comete nuevos delitos y tiene un comportamiento adecuado durante el periodo en el que está vigente la suspensión, puede ver su pena conmutada a cadena perpetua.
El Tribunal Popular Intermedio de la ciudad de Changde (centro) declaró culpable a Tian de aceptar sobornos por valor de más de 210 millones de yuanes (29,3 millones de dólares, 27,2 millones de euros) entre 1997 y 2022, cuando ocupó altos cargos en varias entidades financieras estatales.
Además, Tian fue hallado responsable de abusar de su poder como presidente del CMB, uno de los mayores bancos del país, para interferir en las decisiones de negocio de sus filiales, causando "un grave daño" a los intereses nacionales, determinó el tribunal.
El tribunal también declaró a Tian culpable de usar información privilegiada y confidencial para realizar operaciones bursátiles ilegales, obteniendo un beneficio de casi 300 millones de yuanes (29 millones de dólares, 27 millones de euros), así como de revelar dicha información a terceros, que se lucraron con más de 8 millones de yuanes (1,12 millones de dólares, 1,04 millones de euros).
El juez consideró que los hechos cometidos por Tian fueron "de una gravedad extrema", "afectaron negativamente a la sociedad" y "causaron un enorme perjuicio al Estado y al pueblo".
Según Xinhua, Tian confesó sus crímenes, mostró arrepentimiento y colaboró con las autoridades para devolver el dinero malversado, lo que le valió una cierta lenidad por parte del tribunal.
Tras su llegada al poder en 2012, el actual secretario general del PCCh y presidente de China, Xi Jinping, comenzó una campaña anticorrupción en la que varios altos cargos chinos han sido condenados por aceptar sobornos millonarios.
Si bien esta campaña, uno de los programas estrella de Xi, ha destapado importantes casos de corrupción en el seno del PCCh, algunos críticos han apuntado a que también podría estar siendo utilizada para acabar con la carrera política de algunos de sus rivales.
China sancionó a 610.000 funcionarios por corrupción en 2023, informó recientemente la Comisión Central de Disciplina y Supervisión del Partido Comunista de China (PCCh), el brazo anticorrupción del partido gobernante.