El país se encuentra sumido en una crisis y un tenso clima de protestas tras el anuncio este sábado por parte del presidente Macky Sall del aplazamiento indefinido de las elecciones presidenciales originalmente previstas para el 25 de febrero, lo que generó disturbios en Dakar desde hace dos días.
El llamamiento emitido hoy por Guterres no se dirige específicamente al presidente Macky Sall (en el poder desde 2012) o al Gobierno, sino "a todos los actores", a los que pide "respetar un ambiente pacífico" así como "resolver sus diferencias a través del consenso", según la declaración de Guterres leída por su portavoz Stéphane Dujarric.
El portavoz quiso recordar "la larga tradición de gobernanza democrática en Senegal", que es efectivamente uno de los pocos países del oeste de África en haber respetado la alternancia de poder y la división de poderes con cierto éxito, aunque en los últimos meses el mandato de Macky Sall muestra tendencias autoritarias.
La inmensa mayoría de la oposición senegalesa se ha posicionado en contra del aplazamiento electoral y ha descrito la decisión de Sall como un "golpe de Estado constitucional".
El Gobierno suspendió hoy el acceso a internet móvil esta mañana, según pudo constatar EFE, una medida que el Ministerio de Comunicación argumentó en un comunicado por la publicación de "numerosos mensajes de odio y subversivos difundidos en las redes sociales en un contexto de amenaza de alteración del orden público".