En una reunión celebrada en Taipéi con representantes del Instituto Hudson, Lai mostró su agradecimiento al Gobierno de Estados Unidos por “continuar promoviendo la normalización de las ventas de armas a Taiwán”, lo que ha permitido mejorar las defensas de la isla.
“Taiwán seguirá fortaleciendo sus capacidades de combate asimétricas, llevará a cabo activamente reformas de defensa y trabajará con la comunidad internacional para promover conjuntamente la paz, la estabilidad y la prosperidad en la región del Indopacífico”, aseveró el mandatario electo, según un comunicado difundido por la Oficina Presidencial.
El Instituto Hudson, un laboratorio de ideas conservador afincado en Washington, fue sancionado en abril pasado por China, que acusó a la institución de “proporcionar una plataforma” para que la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, “participara en actividades separatistas” durante su última visita a Estados Unidos.
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Tsai, que abandonará el cargo el próximo 20 de mayo tras dos mandatos consecutivos, también visitó este martes varias unidades del Ejército taiwanés en las islas Pescadores, en donde asistió a la inauguración de un campamento militar.
Durante su discurso, la mandataria recordó que el presupuesto de defensa nacional ascenderá hasta un récord de 600.700 millones de dólares taiwaneses (19.303 millones de dólares, 17.837 millones de dólares) este año, “lo que no solo representa el énfasis del Gobierno en el Ejército, sino también su compromiso de cuidarlo”.
“El Gobierno seguirá ampliando su apoyo al Ejército nacional en el futuro”, concluyó Tsai.
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Estas declaraciones coinciden con la celebración de un conjunto de maniobras militares en el condado de Pingtung, en el extremo sur de la isla de Taiwán, que incluyeron la utilización de cazas de combate, helicópteros y misiles antitanque, según medios locales.
Taiwán, gobernada de forma autónoma desde 1949, ha reforzado sus capacidades militares en los últimos años ante las reiteradas amenazas de China, que considera a la isla una provincia rebelde.